Excluyendo el comercio dentro de la UE, estiman que, en 2018, se comercializaron productos lácteos por una cifra, equivalente a leche, de 57 millones de toneladas. Esto ha sido impulsado por el aumento de la demanda de lácteos, particularmente en regiones que no producen suficiente leche para cubrir el aumento, por ejemplo, en Asia, África y América Latina.

Nueva Zelanda y los Estados Unidos son dos de los exportadores más notables de productos lácteos, y sus exportaciones se han expandido considerablemente en los últimos 20 años. La UE está a la altura de ellos, incluso excluyendo el comercio interno, pero el desempeño en los estados miembros es muy variado. Para el Reino Unido, las importaciones superan a las exportaciones, lo que lo convierte en un importador neto en general, y el saldo actual es peor que hace 20 años.

En el futuro, IFCN espera que el comercio de lácteos casi se duplique nuevamente para 2040, hasta 108 millones de toneladas ME. Esto sugiere que habrá oportunidades para que el los principales aumente sus exportaciones de productos lácteos en el futuro, pero tendrá una fuerte competencia de otros países exportadores establecidos.