A un año de la puesta de marcha de la planta láctea, que sale con leche fluida, yogurt, dulce de leche y crema, Bello indicó que ha sido un año de cambios y se requirió adaptarse rápido a lo que fue sucediendo. «Nosotros arrancamos con una programación para seguir creciendo en diferentes etapas, pero la realidad es que fueron pasando muy rápido y se llegó a tener una demanda muy grande desde el inicio que nos llevó a estar produciendo al máximo de la capacidad en dos o tres meses, cuando eso estaba pensado para los seis o siete meses», señaló.

En ese proceso hubo cambios a nivel nacional, como la quita del IVA a los productos primarios, la suba de la inflación y los cambios del dólar, originaron en la planta los mismos problemas que a una empresa. Como la suba de costos fijos, aumento el combustible y otras situaciones que requirieron una adaptación. «Realmente nos hemos podido acomodar como para tener una producción estable y poder satisfacer la demanda que tenemos», indicó.

El proyecto de la planta láctea, recordó, tiene como objetivo desde el Gobierno Provincial mantener un precio social por debajo del resto de los productos en góndola de primeras marcas con una diferencia del 20 al 30%. Con esa misma lógica se distribuyen lácteos en toda la provincia llegando a unas 35 localidades con recorridos y logística propia de distribución.

«La demanda de leche no nos ha caído«, afirmó, si bien hay una retracción general al consumo a partir de la situación económica del país que impactó en los lácteos. Mamuu mantiene estabilidad en las ventas, sólo se observó un leve descenso en agosto- septiembre que se recuperó.

Un consumo muy importante se observa en el dulce de leche y por ello se está pensando en hacer adecuaciones estructurales para incrementar la entrega porque todavía no se ha podido satisfacer la demanda.