Se ha incrementado el coste del pienso, del gasoil o de la luz.

Producir leche en Galicia es, a día de hoy, un 25% más caro de lo que lo era en el mes de noviembre. El incremento experimentado por las cotizaciones de los piensos, la luz, el gasoil o los abonos está provocando que la práctica totalidad de las explotaciones sean incapaces de cubrir sus costes de producción con el precio que reciben por la leche que entregan a la industria.
Y, por si esto no fuera suficiente, el escenario que se les presenta a las granjas a corto y medio plazo no es, ni mucho menos alentador. De hecho, algunas de las principales empresas que operan en la comunidad ya han hecho llegar a los ganaderos su intención de revisar a la baja los contratos de compraventa de leche que deben renovarse en los próximos meses. Situación que ha indignado a distintas asociaciones de productores que señalan que, mientras las liquidaciones que reciben los productores se sitúan en 32,5 céntimos por litro, los costes de medios de producción rondan los 36. Esa cifra es, según adelantó la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, la que arrojan los primeros cálculos y estudios realizados por el propio Ministerio de Agricultura en su intento de elaboración de la cadena de valor de la leche.
Mecanismo al que, precisamente, echan mano los productores para defender una mejora de su actual situación. «Uns contratos á baixa como, ao parecer, pretenden algunhas industrias serían a evidencia de que a Lei da Cadea Alimentaria non funciona. É necesario que as novas cotizacións do leite en orixe recollan os incrementos dos custos e, sobre todo, que a distribución dos prezos sexa xusta ao longo de toda a cadea de valor», apunta Félix Porto, miembro de los servicios jurídicos y responsable del área externa de Unións Agrarias. Idéntica opinión comparten desde Gandeiros de Mazaricos, que señala la necesidad de que los contratos lácteos sean auténticos mecanismos de negociación de precios y no una simple imposición de una de las partes. «Máis que contratos de negociación son de adhesión porque, a día de hoxe, os gandeiros non podemos facer máis que asinar o que nos poñen diante. Temos moitas esperanzas postas en que a Lei da Cadea Alimentaria sirva para mellorar a nosa situación aínda que vendo a repercusión das distintas modificacións do Paquete Lácteo cada vez somos menos optimistas», explica Óscar Blanco, presidente de esta entidad que aglutina a medio centenar de productores de las comarca del Xallas.
En apenas tres meses, el precio del gasoil agrícola se ha disparado un 30 % pasando de los 50 céntimos a los que se vendía a mediados de noviembre a los 64 que, de media, registra en este momento. Otro tanto sucede con la electricidad -una granja de tamaño medio gasta alrededor de 600 euros mensuales en el recibo de la luz-, que se ha incrementado más de un 20 %; o con los abonos que, a día de hoy, son entre 50 y 70 euros por tonelada más caros que a finales del 2020. Cotizaciones del cerealCon todo, la principal preocupación de las granjas pasa por la evolución de las cotizaciones de los cereales y su repercusión sobre el precio de los piensos que dan a sus vacas. Este ha aumentado entre 30 y 65 euros por tonelada en función de la composición y ha disparado nuevamente los costes de alimentación del ganado que ya suponen más del 65 % de los gastos totales.

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