En el marco de la asamblea en la Rural de Trenque Lauquen, con representatividad de toda la Cuenca Oeste, se escucharon los reclamos de productors tamberos de esa región, que dejaron expresada una clara indignación por la situación que están afrontando en sus explotaciones.
Los tamberos manifestaron en ese encuentro, su preocupación por la utilización de malas costumbres por parte de las industrias a la hora de comercializar con los productores, lo cual habla de la falta de transparencia y eso genera desconfianza.
“Inmediatamente viene la baja en la producción por falta de estímulo y después, en breve e indefectiblemente, viene la escasez de leche en góndola”, dijeron.
Los tamberos de esa cuenca lechera bonaerense piden con énfasis a la industria que se cumpla con lo pactado en el precio de la leche que ya entregaron y que el Gobierno no intervenga con medidas cortoplacistas sin resolver el problema de fondo. Varios productores contaron cómo vienen peleando con los números.
Resultado negativo desde agosto de 2020
Los gráficos elaborados por el INTA muestran claramente cómo el resultado de un tambo promedio viene siendo negativo desde agosto pasado, donde el Estado participa con una carga impositiva en promedio de 40% sobre los lácteos y no hace ningún esfuerzo por alivianar esa carga.
Se vienen más protestas
Los tamberos se declararon en estado de alerta y seguirán manifestando para no seguir perdiendo tambos que en cada pueblo generan movimiento comercial y empleos.
Los productores de la zona de Quenumá y Salliqueló, están preocupados por la cantidad de tambos que desaparecen en la zona y el impacto que notan en sus localidades.
Lo mismo manifestaron los de Pellegrini, América, 30 de Agosto, Casbas y Villegas: «Cada vez que cierra un tambo, perdemos todos», dijo un tambero, haciendo alusión al desabastecimiento que se genera a mediano plazo y lo sufre el consumidor.
«Soy un tambero chico, no quiero subsidios ni compensaciones, quiero que me cumplan con lo prometido y que el Estado deje de meter la mano solamente para recaudar o lanzar medidas tribuneras», enfatizó otro de los presentes.
«Cada vez que cierra un tambo, perdemos todos», dijo un tambero.
Con bronca contenida un tambero manifestó: «Las retenciones a los lácteos no les significan nada a la Nación, no sé qué esperan para sacarlas, porque mientras tanto a nosotros se nos juega el futuro de nuestro trabajo» y se preguntó: “¿Cuándo será el día que nos dejen producir? Eso es lo que sabemos hacer, pero como venimos, somos cada vez menos».
Esperando resultados de las diferentes asambleas en distintas cuencas lecheras, para mediados de mes se convocarán nuevamente y se definirán los lugares y formas de protesta.
Qué reclaman
Los tamberos de la Cuenca Oeste reclaman:
Que las usinas cumplan con las actualizaciones de precio pactadas para febrero y marzo.
Actualización de los mínimos para el pago de ingresos brutos provincial.
Quita de retenciones a las exportaciones y reembolso para compensación de impuestos de la cadena.
Quita de ridículos requisitos para acceso a líneas crediticias.
Líneas de inversión especiales para sector lechero.
«Menos tambos es menos leche, menos arraigo, menos escuelitas rurales, menos mano de obra privada e inversiones, como puede ser que no lo vean?», así cerraron la manifestación asegurando que seguirán haciéndose escuchar.
En 9 de Julio, los tamberos dijeron “No a la intervención del gobierno en la cadena láctea”
“El gobierno insiste en controlar la inflación vía regulación de precios. Se controlan los precios en la góndola y somos los productores los que absorbemos el impacto final”. Estas fueron las conclusiones del grupo de productores lecheros de la Sociedad Rural 9 de Julio reunidos en asamblea días atrás.
Es que el precio de la leche se encuentra muy atrasado respecto del costo de producción y la inflación. Los productores vienen manifestando la preocupación por pérdida de rentabilidad y capital desde el segundo semestre del año pasado.
Lo más desesperante para ellos es que hay altas probabilidades de que las usinas lácteas no aumenten lo que estaba previsto para el mes de febrero, recién finalizado.
Los productores piden que se los escuche y no quieren ser la variable de ajuste de las políticas económicas equivocadas.
Como siempre lo dicen, la producción láctea es una fábrica a cielo abierto; con altos costos de producción, dolarizados en un 80%; comercializan un producto perecedero; y por último cobran en pesos, luego de haber entregado la totalidad de la producción, con plazos que llegan a los 30 días en la mayor parte de los casos.
“Es necesario que el Gobierno entienda que la lechería es vital en nuestro país. Hoy puede forzar un precio en la góndola y mañana el mismo consumidor será el afectado cuando no haya leche disponible y la misma demanda eleve los precios. Y con el agravante de que en el camino serán numerosos los tambos forzados a salir de la actividad”, expresaron los tamberos.
Los productores piden que se los escuche y no quieren ser la variable de ajuste de las políticas económicas equivocadas, cuyos resultados ya son conocidos porque fueron sufridos hace pocos años: atentan contra la producción y la generación genuina de mano de obra en el interior de nuestro país. “Sin tambos no hay leche fluida en las góndolas”, terminaron diciendo en un comunicado.
En concreto los productores tamberos de 9 de Julio solicitan:
Que las usinas cumplan con las actualizaciones de precios pactadas para febrero y marzo.
Actualización de los mínimos para el pago del impuesto a los ingresos brutos de la Provincia de Buenos Aires.
Quita de retenciones y reembolso a las exportaciones para compensación de impuestos en la cadena
Quita de ridículos requisitos para el acceso a líneas crediticias.
Líneas de inversión especiales para el sector lechero.
(Fuentes: Sociedad Rural de Trenque Lauquen, Sociedad Rural de 9 de Julio)