“Tanto a los productores de leche, como los de carne, estamos sufriendo con los estragos de la sequía, ya son muchos meses que no llueve, ya tenemos reportes de vacas muertas, nos incrementaron las pasturas mucho más de lo que ya estaban”.
Expuso que, en pláticas con productores bovinos, comentan que ya se “está acabando el ganado de los corrales”, debido a la severa crisis que enfrentan por la falta de agua.
Afirmó que los lecheros de diversas regiones sacan a los animales al rastro para recuperar algo de la inversión y sacar un margen de ganancia, ya no para otros gastos, sino para mantener su hato ganadero.
“Tenemos ganado prácticamente seco, que en máximo dos meses vamos a tener que reducir muchísimo la producción de leche y se pueden tener más afectaciones”.
Reiteró que tanto productores de leche como de carne, venden “reces muy flacas” para los rastros municipales.
Declaró que las recomendaciones de María Esther Alcalde Navarro, subsecretaria de Ganadería de la Secretaría del Campo (Secampo), quien afirmó que se necesitaba reducir los hatos y sacrificarlos, los ganaderos lo hacen desde hace tiempo para reducir costos.
“La verdad, yo creo que ya tenemos mucho tiempo sacrificándonos, es muy fácil decir ‘hay que hacer sacrificios’, pero nos hemos sacrificado y si a eso le sumamos los estragos climatológicos, hacemos todo por mantenernos”.
Aseguró que desde 2020, los hatos se han reducido y esto seguirá durante 2021 por el incremento desmedido en los alimentos y la escasez de agua en los bordos y represas.
Afirmó que los esfuerzos de los gobiernos con la dotación de cisternas son insuficientes, “porque lo que no hay es agua”, y recomendó trabajar en un plan integral para acciones específicas que tengan un impacto real en la economía de los ganaderos.
Enfatizó que los pronósticos son malos para los productores, ya que no se vaticinan lluvias cercanas ni una reducción en insumos y alimentos.