Los gigantes alimentarios persiguen las mismas habichuelas mágicas: productos de moda que puedan enchufar en su vasta red comercial, amplificando su impacto en los resultados. Por eso, el lanzamiento por parte de Nestlé de Wunda, un sustituto de la leche a base de guisantes, puede convertirse en un monstruo para Danone.
Este ha perdido a su presidente y CEO por sus reiterados malos resultados. Sus alimentos y bebidas vegetales –un décimo de sus ventas– son una brillante excepción. Por suerte para Danone y su futuro jefe, las fusiones son demasiado caras, lo que les permite ganar tiempo antes de que Nestlé realmente le coma mercado. Pero, aunque los sucedáneos de la leche solo aportaron en 2020 unos 90 millones de euros de las ventas de Nestlé, de un total de 77.000, tiene un crecimiento de dos dígitos y un compromiso declarado con el sector. Su impulso a la nutrición basada en plantas hace parecer más ilusorio un final de cuento de hadas para los resultados de Danone.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías