La especulación y el elevado precio de los granos a consecuencia de factores como el cambio climático y el aumento en el consumo de maíz por parte de China, “es un riesgo para México que hoy se ha vuelto más dependiente de las importaciones”, advirtió el presidente de la Asociación Nacional de Consejos Agroalimentarios de México (CAM), Jacobo Cabrera Palos.
En entrevista con El Economista, afirmó que Jalisco, considerado el líder agroalimentario del país, está siendo afectado desde hace meses con un alza constante en el precio de los commodities, debido a que los granos son, además, materia prima para alimentar al ganado, lo que traerá como consecuencia un incremento en el precio de los alimentos al consumidor final.
“Y si le sumas el costo del traslado de ese producto, hablando de diésel, de energía eléctrica, pues estamos inmersos en un mercado donde hay varios factores que pueden colapsar las economías”, afirmó.
El dirigente de la asociación alertó que, además del aumento al precio de los alimentos, lo que preocupa a los productores en el país es que las autoridades mexicanas comiencen a autorizar compras en el exterior en perjuicio de las economías locales.
Pidió al gobierno mexicano, en todos sus niveles, fortalecer la economía interna, fomentar los precios de garantía e impulsar el fomento a la producción.
“En el caso de Jalisco es muy emblemático porque produces tus granos y los transformas en alimento animal; en el caso del cerdo, el pollo y la res cuyos principales mercados son nacionales. Entonces, la producción de granos es un esquema fundamental para el país porque todo trae un valor agregado”, explicó el presidente de CAM.
“Con lo que hoy estamos visualizando, todavía no podemos detectar en dónde va a venir la escalada de precios; vienen apenas las lluvias, pero ya traemos el ejemplo de Brasil, ya traemos especulaciones en Estados Unidos, ya hay países que están haciendo compra de futuros”, subrayó.
Área de oportunidad
De acuerdo con Cabrera Palos, factores como el cambio climático, las crisis medioambientales, el problema de la pandemia y la depresión económica, obligan a empresarios y gobierno a volverse analistas globales y a producir fuera de su territorio.
Precisó que es momento de que los productores lleguen a coinvertir como lo hacen los estadounidenses cuando vienen a México y buscan instalarse y producir donde el gobierno les garantice una superficie con seguridad y economía estable.
“Eso tendremos que ir a buscar en otros mercados; y tenemos abandonados los acuerdos internacionales, el TPP, tanto que luchamos por él y que nos permite articular y producir en otros países, y no le estamos sacando provecho”, puntualizó.
Incrementos
En tanto, el incremento de hasta 40% en el costo de los granos, principalmente maíz, soya y oleaginosas, que los ganaderos de Jalisco utilizan como alimento para cerdos, reses y aves, ha golpeado severamente al sector ya de por sí afectado por otros factores como la sequía y el bajo precio de producción que paga la industria.
“El precio de los granos ha venido al alza y eso nos pega en las dietas de alimentación del ganado en todo el sector pecuario, no nada más en el ganado bovino sino también en el porcino y en las aves; y recordemos que, Jalisco, siendo líder en esas áreas productivas, pues se está viendo muy afectado”, dijo el presidente de la Unión Ganadera Regional del estado (UGREJ), Adalberto Velasco Antillón.
Afirmó que el incremento de los commodities lo está absorbiendo el sector primario, pese a que la industria sí ha aumentado los precios en productos como leche fluida y otros lácteos.
“Imagínate para el sector primario absorber esos aumentos cuando, de por sí, estaba muy castigada la actividad; de hecho, ha habido ganaderos que se han tenido que retirar de la actividad porque ya no es costeable”, comentó.
En Jalisco hay más de 100,000 ganaderos, de los cuales 16,000 son lecheros.
Según Adalberto Velasco, el alza en insumos se comenzó a sentir más fuerte en febrero pasado. “Nos dicen que es por el aumento en el consumo de granos por parte de China desde que las granjas de cerdos en ese país se empezaron a reactivar después del problema que tuvieron con la fiebre porcina clásica. Eso le terminó pegando a México porque también nosotros dependemos de granos de Estados Unidos”.