Y justamente por eso (porque le debe haber pasado miles de veces y debe estar cansado de responder lo mismo) mejor no distraerse preguntando por su abuelo industrialista o su padre canciller sino ir directamente al motivo de esta nota: la creación de una Pyme alimenticia asociada a una cooperativa de personas que reciben el programa Potenciar Trabajo, es decir un sueldo que ronda los 18.000 pesos y que proporciona el Estado a través del Ministerio de Desarrollo Social.
La persona en cuestión es Luciano Di Tella, que estudió agronomía y ecología en Inglaterra, que fue productor agropecuario en el NOA, que durante 15 años se dedicó al desarrollo de la industria del GNC en Argentina y Bolivia, que fue presidente de Apymel, que pertenece a la Universidad Torcuato Di Tella desde su creación, y que entre 2008 y 2014 se desempeñó como subsecretario de Economías Regionales en el Ministerio de Agricultura. En 2001, además, fundó Yatasto, una empresa láctea ubicada en Navarro, provincia de Buenos Aires.
También en Navarro funciona Oikos, otra Pyme de su creación y sobre la cual trata esta nota.
Lo primero que dice Di Tella es que Oikos es “una prueba de concepto”, término que se refiere a una metodología usada en ingeniería de punta para probar nuevas tecnologías. Se trata de una prueba piloto que demuestra que la idea o concepto o plan de negocios es factible; en este caso Oikos es una Pyme asociada a una cooperativa de trabajo de personas que reciben el programa Potenciar Trabajo.
-¿Es decir que una parte de los sueldos de quienes trabajan la paga el Estado y otra parte usted?
-Así es. El estado paga el salario social y Oikos paga otro tanto y un plus. El objetivo es poder reincorporar trabajadores al sistema productivo del cual fueron expulsados.
-Oikos tiene una base filosófica con algunas preguntas del tipo, ¿cómo evitamos que la desigualdad siga creciendo? y ¿Cómo frenamos el cambio climático (CC)? ¿De qué forma se vincula este emprendimiento con estos temas?
-Creo que el cambio climático y la desigualdad son las dos cuestiones más relevantes de la actualidad, o por lo menos las que más me interesan. La única manera de frenar el cambio climático es con una descarbonización acelerada, que se puede lograr con una electrificación de la matriz productiva basada en recursos renovables y una reducción drástica de nuestros consumos de proteínas animales. Y de esto se trata Oikos.
-Otro tema que usted menciona mucho es que la industria alimenticia tira mucha comida. ¿Por qué se desperdicia tanto?
-El desperdicio de comida es un tema dramático, es un problema de los sistemas de producción, de la legislación, de los hábitos de consumo y del diseño de las cadenas de abastecimiento. Usar la frase “fecha de vencimiento “en vez de “consumir preferentemente antes de” cuesta varios miles de millones en Argentina solamente. Pero todo esto empieza a ser cuestionado, estudiado y debe ser revisado porque es ridículo seguir desperdiciando comida cuando hay tanto debate acerca de cómo se produce y de cómo haremos para alimentar al mundo.
-¿Cuántas personas trabajan en Oikos? ¿Por qué la mayoría mujeres?
-Actualmente 7 personas, pero esperamos llegar a 30 personas en 6 meses. La inclusión plena de las mujeres en el sistema productivo es otro de los desafíos actuales y la necesidad de desarrollar sistemas laborales que permitan compatibilizar esa inclusión con la maternidad y la crianza de los hijos.
-¿Por qué decidió elaborar alimentos de base vegetal?
-Porque son saludables, tienen una baja huella de carbono y porque en Argentina, a pesar de producir vegetales diversos todo el año y de buena calidad, el consumo es bajo y sobre todo de “pesadas” (papa, cebolla y zanahoria), con un poco de tomate y lechuga. Es necesario incentivar el consumo de mayor cantidad y variedad de vegetales. También por una cuestión ambiental, como dije antes.
-¿Qué producen y venden hoy en Oikos?
-Una línea de ensaladas, tartas, tortillas, hamburguesas, pastas basadas en vegetales y ya contamos con una serie de opciones veganas. Nuestros productos se comercializan frescos y frizados y por ahora vendemos solo en el partido de Navarro pero esperamos comenzar a distribuir en Buenos Aires en poco tiempo.
-¿Hay algún producto novedoso?
-Estamos lanzando una línea de manteca de maní en baldes para uso gastronómico o para repostería industrial. Nuestra idea es que debería ser posible producir comida basada en vegetales comprados directo en las quintas para que sea más sana, fresca y barata que la que podés cocinar en tu casa. En definitiva, lo nuestro es una versión criolla de la categoría food service, comidas elaboradas, frescas o frizadas para “ terminar” en tu casa, categoría que explotó durante la pandemia.
-¿Oikos es rentable?
-En septiembre del año pasado alcanzamos el punto de equilibrio.