Durante 2021, la producción de lácteos en el mundo se enlenteció y prácticamente se estancó en 2021. Además, la demanda por importaciones creció en China y otros países asiáticos. Por su parte, Brasil, como uno de los principales socios comerciales de Uruguay reflejó una caída del valor de las importaciones. En los hechos los precios internacionales se incrementaron y se encuentran en niveles elevados, que no se veían desde 2014.
El Instituto Nacional de la Leche (INALE), informó que para 2022, diversos analistas internacionales señalan que los precios seguirán altos en el primer semestre (así también lo indican los precios de los futuros de los principales commodities lácteos), pero la claridad sobre el desempeño del mercado resulta difícil de definir a partir de la volatilidad que ya estaban experimentando los precios, a lo que ha de agregarse el conflicto entre Ucrania y Rusia, los bloqueos, los efectos económicos, sociales, políticos, que se están observando y que acusarán una dinámica inesperada aún en el tiempo que viene.