Hay charcuterías que venden queso y alguna panadería que, de vez en cuando, ofrece alguna pieza. «Pero como quesería especializada en quesos del país somos los únicos que quedamos en la plaza de Lugo», comenta Tamara García Álvarez.
Está al frente de A queixería da avoa en la planta alta del mercado. «Yo soy la cuarta generación, pero quise tributarle un homenaje especial a mi abuela, que solo vendía queso del país y San Simón», explica.
Se llamaba Pilar Bouzas y la recuerdan los placeros veteranos. Pilar Álvarez, la madre de Tamara, se jubiló hace un par de años y cedió el testigo a su hija por casualidad.
«Llevaba 14 años trabajando en una empresa que no tenía nada que ver con esto. Pero con la pandemia hubo un ERTE y después un ERE, justo un mes antes de la jubilación de mi madre me había quedado sin trabajo», recuerda.
Abrió cuando la pandemia todavía arreciaba y dice que tiene clientes que no la conocen sin mascarilla, que todavía utiliza porque tuvo covid hace poco y la dejó bastante débil y porque hay una clientela habitual que tiene una edad avanzada. Cuenta que, por el momento, no hay queja y que el horario solo de mañana le permite tiempo libre para estudiar por las tardes.
En otros mercados hay varios y buenos puestos de quesos del país, en la plaza de Lugo A queixería da avoa es el último. Una maravilla y una tentación sus quesos de siempre.
