La digitalización ayuda a optimizar los procesos, mejorar la trazabilidad, reducir costos y aumentar la eficiencia en toda la cadena láctea, facilitando además ese vínculo que es tan importante con el consumidor, que necesita entender los procesos de los alimentos que toma.
La industria láctea ha experimentado avances significativos en términos de digitalización en los últimos años, lo que ha llevado a mejoras en la eficiencia y la calidad de los productos lácteos

La implementación de tecnologías como la inteligencia artificial, el internet de las cosas y la automatización ha permitido a las empresas lácteas optimizar sus procesos de producción, reducir costos y garantizar la seguridad alimentaria. 

Además, la digitalización ha facilitado la trazabilidad de los productos lácteos desde su origen hasta el consumidor, lo que que cultiva su confianza al mejorar la transparencia en la cadena de suministro.

El sector lácteo se enfrenta al desafío de producir alimentos en forma sustentable para una población en crecimiento, trabajando en la confianza del consumidor y sin olvidar que además, es un negocio.

Innovación: lo único permanente es el cambio

Productos agiornados, nuevas formas de comercialización, nuevos procesos industriales y de envasado, certificaciones de calidad, de seguridad, de gestión sustentable.

El consumidor ya no se encuentra al extremo de la cadena, pasivo, está activamente involucrado en todos los procesos, y la implementación de tecnologías digitales le proporciona  a las industrias alimenticias, la herramienta para hacer frente a estas exigencias.

La digitalización puede no solo mejorar la producción y la eficiencia de los procesos, la calidad, seguridad y trazabilidad de los productos, sino que abre una ventana que torna visible a la cadena láctea, para que ese consumidor más consciente y exigente que necesita saber, esté satisfecho.

El alcance de la digitalización en la cadena láctea abarca la producción primaria, el transporte de la leche a la planta procesadora, su industrialización, su almacenaje y posterior distribución a las tiendas donde los productos son adquiridos por el consumidor.

La conectividad es condición sin equa non, y puede ser una limitación para el acceso a las plataformas digitales a lo largo de toda la cadena láctea.

El uso de las tecnologías digitales comienza en el campo, para monitorear y optimizar la alimentación, la salud y el bienestar de las vacas lecheras, aportando al aumento de la eficiencia y la calidad de la leche producida. 

En el procesamiento, se pueden implementar sistemas digitales para rastrear y controlar la calidad de la leche, así como para optimizar los procesos de pasteurización y envasado. 

En cuanto a la logística y el comercio, la digitalización mejora la visibilidad de la cadena de suministro, permitiendo un seguimiento en tiempo real de la ubicación y el estado de los productos lácteos, lo que facilita la planificación y la entrega eficiente. 

La digitalización permite la integración de diferentes actores en la cadena láctea: los productores, procesadores, distribuidores y minoristas, a través de plataformas digitales compartidas, mejorando la comunicación y la coordinación. 

La digitalización ayuda a optimizar los procesos, mejorar la trazabilidad, reducir costos y aumentar la eficiencia en toda la cadena láctea, facilitando además ese vínculo que es tan necesario con el consumidor, que necesita entender los procesos de los alimentos que consume.

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