DIARIO DEL HUILA, PANORAMA

La industria láctea en Colombia, históricamente fundamental para la economía del país, enfrenta una crisis profunda que ha llevado a la Comisión IV del Senado de la República a aprobar una audiencia pública para abordar esta preocupante situación. La crisis, que ha mantenido a los lecheros colombianos en vilo, ha despertado una respuesta unánime tanto de actores políticos como de organizaciones agrícolas, que ven en esta audiencia un paso clave hacia la solución de los problemas que aquejan al sector.

La noticia de la audiencia pública ha sido recibida con aplausos por parte de Dignidad Agropecuaria, quien a través de sus redes sociales destacó la importancia de atender las necesidades del sector lácteo colombiano. Pero, ¿qué está sucediendo exactamente en esta industria?

Entre los principales problemas que enfrenta el sector se encuentra la dificultad para competir con los productores internacionales altamente subsidiados, que pueden fijar precios más bajos. Esta competencia desigual ha llevado a reducciones en los precios pagados a los productores locales, afectando sus ingresos y generando un clima de incertidumbre en el sector.

Los Tratados de Libre Comercio (TLC) con la Unión Europea y Estados Unidos han acordado contingentes arancelarios para las importaciones de productos lácteos hasta 2028 y 2026, respectivamente.

Luego de estas fechas se permitirá el libre acceso de estas importaciones y los productores de la industria láctea colombiana competirán con productos estadounidenses que cuentan con millonarios subsidios del Departamento de Agricultura (USDA), a través del Programa de Apoyo al Precio de los Productos Lácteos.

Asimismo, tendrán que competir con productos lácteos europeos que son subsidiados en el marco de la Política Agrícola Común (PAC) europea.

La leche en polvo, en particular, ha experimentado una reducción en el pago a los productores, incluso en medio de la escasez de leche líquida durante el verano, según informa la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán).

Transformación del sector

La eliminación total de los aranceles para la industria láctea colombiana resalta la necesidad de conciliar la política comercial con medidas que fomenten la competitividad del sector agrícola del país. En este sentido, la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, ha enfatizado la importancia de apostar por la transformación del sector, estimulando su capacidad de diversificación para impulsar el crecimiento en las zonas productoras.

Además de enfrentar los desafíos derivados de la competencia internacional, la industria láctea colombiana también está lidiando con los efectos del incremento en la inflación alimentaria, que alcanzó niveles históricos en 2022.

La industria láctea en Colombia se compone de una compleja cadena que abarca desde los productores primarios hasta los proveedores de insumos y servicios, teniendo un impacto significativo en la economía del país. Con una presencia destacada en varios departamentos, esta industria ha sido un motor importante para el desarrollo regional y nacional.

Según datos de Fedegán, aproximadamente 670.000 ganaderos producen leche en Colombia, de los cuales 320.000 se dedican exclusivamente a esta actividad. Además, el 90% de los productores de leche y carne en el país son pequeños productores, lo que destaca la importancia de apoyar a este sector clave de la economía colombiana.

Además, según el Senador Richard Fuelantala, el 90% de los productores de leche y carne en el país son pequeños productores y no son latifundistas ni grandes terratenientes.

La industria en números

El consumo per cápita de leche en Colombia es uno de los más altos de la región, con un promedio de 152 litros al año, según cifras del 2023. A pesar de este alto consumo, aún existe un potencial considerable para aumentar la ingesta de leche y alcanzar las recomendaciones internacionales de la FAO y la OMS.

En términos económicos, la industria láctea colombiana mueve más de $12 billones al año, con más de 17 empresas que facturan por encima de los $140.000 millones. Además, es un importante generador de empleo, con más de 61.700 empleos en la producción de productos derivados de la leche en 2023, distribuidos principalmente en los departamentos de Antioquia y Cundinamarca.

En lo que va corrido del año, hay 53.257 empleados trabajando en la producción de productos lácteos, lo que representa una variación del 13,7% con respecto al año anterior.

A pesar de los desafíos actuales, la ministra de Agricultura señala que la industria láctea colombiana está en proceso de recuperación de la inflación alimentaria que afectó al país en 2022. Mojica destaca que en lo que va del año, esta cifra ha disminuido significativamente, lo que permitirá un mayor acceso a este producto esencial para el desarrollo del país.

Producción láctea en el Huila

En el contexto de la producción láctea en el departamento del Huila, aproximadamente el 55 por ciento de la producción se destina al consumo interno, mayoritariamente en una forma informal y empleada en la elaboración de productos como queso, cuajada y bizcochos de achira. El 45 por ciento restante abastece a la industria formal, proveyendo a pasteurizadoras dentro de la región.

Según las estadísticas recientes, el Huila registra una producción diaria de alrededor de 380 mil litros de leche, con una notable disminución en su suministro en ese mismo porcentaje. Esta contracción en la producción se atribuye principalmente a los efectos de una fuerte sequía que ha afectado la región, ocasionando una reducción significativa en la disponibilidad de pasto y agua para el ganado.

Los municipios principales dedicados a la producción láctea en la región incluyen Tarqui, Gigante, Pitalito, Garzón, El Pital, Suaza y Timaná.

Luceni Muñoz, directora Ejecutiva del Comité de Ganaderos del Huila, informó que la región cuenta con cerca de 15.000 predios dedicados a la ganadería distribuidos en 37 municipios, con un inventario cercano a las 460.000 cabezas de ganado. Antes de la llegada de la sequía, la producción diaria de leche rondaba los 394.000 litros.

Sin embargo, como consecuencia del fenómeno de El Niño, las vacas lecheras, al enfrentarse a la escasez de forraje en términos de cantidad y calidad, han comenzado a reducir su producción en un 25 por ciento. Esto se traduce en una pérdida diaria de aproximadamente 98.000 litros de leche en la región, según señaló la presidenta del gremio.

Ante esta situación, muchos ganaderos se han visto obligados a buscar alternativas, como trasladar sus especies al departamento del Caquetá, mientras esperan que pase la emergencia climática que actualmente afecta al país.