La sequía de los últimos años provocó una reducción en la cantidad de leche que produjeron los tambos al faltar pastos y la imposibilidad de generar reservas, esa falta de leche hizo que los precios fueran incrementándose manteniendo valores que permitieron hasta acá cerrar la ecuación costo –producción
A partir del mejoramiento de las lluvias en distintas cuencas la producción comenzó a repuntar y al mismo tiempo los incrementos en el valor por litro de leche que la industria paga al tambero se vienen reduciendo.
En el mes de febrero el volumen de leche se incrementó en un 8 % interanual, pero con promedios diarios de un 12 % de aumento, según el Observatorio de la Cadena Láctea (Ocla), en la que proyecta la industria proyecta un promedio de 6 % en el año.
Frente a un mayor volumen de leche y una caída promedio del 10 % de ventas en el mercado interno de lácteos comienza la industria a cargar sobre las espaldas de los productores lecheros esa diferencia, quienes vienen percibiendo aumentos por debajo de los índices de inflación oficial y más aún sobre los incrementos en los insumos
Desde el precio que cobraron en diciembre, para enero le aumentaron el 0,7 % e igual incremento para la leche que fue entregada en febrero, lo que hace que por la producción entregada en el mes de noviembre de 2024 recibieran en promedio $ 439,73 y por la de febrero $ 447,42, es decir $ 7,69 de aumento, un 1,7488 % frente a una inflación del 9,7 % y un aumento al consumidor de los productos lácteos del 5,3 %