Nestlé no aclara el alcance de los despidos y aumenta la incertidumbre en Europa
A un mes y medio del anuncio de su mayor recorte laboral global, Nestlé aún no ha precisado cómo se distribuirán los 16.000 despidos previstos para los próximos dos años. La falta de información concreta por mercados —incluida la situación en España— profundiza la inquietud entre los trabajadores de la multinacional, que emplea a 277.000 personas en todo el mundo.
En una reciente reunión en Suiza entre la dirección europea de la compañía y los sindicatos coordinados por EFFAT y UITA, la empresa evitó aportar detalles sobre qué países o áreas productivas asumirán los recortes. Según fuentes sindicales, la única respuesta fue que la firma “debe revisar los mercados”, sin precisar cifras ni impactar territoriales.
La compañía justificó la reorganización en la pérdida de competitividad y la venta de algunas categorías de productos, pero los sindicatos denuncian opacidad y falta de diálogo, sobre todo en un proceso que afectará tanto a áreas administrativas (12.000 puestos) como a fábricas y cadenas de suministro (4.000 puestos).
España, en alerta por los recortes
Nestlé cuenta con 4.600 empleados y diez plantas industriales en España, lo que sitúa al país como una de las operaciones más relevantes dentro de Europa. Sin embargo, la plantilla sigue sin conocer si habrá impacto directo ni en qué magnitud.
La división de aguas, otro foco de preocupación
Al mismo tiempo, persisten las dudas sobre la venta de la división de aguas, que incluye en España las plantas de Aquarel (Badajoz) y Viladrau (Girona). Nestlé trabaja con el banco Rothschild para evaluar una desinversión que podría alcanzar 5.000 millones de euros, aunque no se ha definido si se tratará de una venta total o parcial.
Los sindicatos señalan que la dirección reconoció su intención de desprenderse del negocio, pero desde entonces no hubo nuevas precisiones. Se espera una reunión para abordar el tema en las próximas semanas.
Un plan de ahorro histórico
El ajuste anunciado por la nueva cúpula —Pablo Isla como presidente y Philipp Navratil como CEO— busca ahorrar 3.000 millones de francos suizos para finales de 2027. Pero la magnitud del recorte y el silencio corporativo han profundizado la incertidumbre en toda la región.
Mientras avanza la revisión interna, Nestlé no despeja dudas clave sobre empleo, mercados afectados o el futuro del negocio del agua, lo que mantiene la tensión en una plantilla que reclama información clara y participación en las decisiones estratégicas.
Fuente: El Español
