El gobierno británico ratificó la prohibición de ingresar al Reino Unido con productos como queso, carnes curadas, carnes crudas o leche, así como cualquier producto elaborado a base de estos, a viajeros procedentes de la Unión Europea (UE), con el objetivo de prevenir la propagación de la fiebre aftosa.
El Departamento para el Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Gobierno británico (DEFRA) confirmó y amplió la medida justo antes del comienzo de la Semana Santa, debido a nuevos informes sobre fiebre aftosa en Eslovenia y Hungría.
De acuerdo con la normativa, los viajeros procedentes de la UE no podrán entrar con carne de vacuno, ovino o porcino, ni cualquier producto lácteo para el consumo personal, independientemente de si están correctamente envasados o si se han comprado en una tienda libre de impuestos, informa Europa Press.
No obstante se establecen algunas exenciones a la norma, ya que se permiten ciertas cantidades limitadas de leche infantil, alimentos medicinales y productos como el chocolate, los dulces, el pan, pasteles, galletas o pastas.
Contagiosa
En este contexto, los viajeros que lleguen a suelo británico con esos artículos deberán entregarlos en la frontera o serán confiscados y destruidos, además de enfrentarse a multas de hasta 5.000 libras (más de 5.800 euros). Debido al aumento de la incidencia de la fiebre aftosa, el Gobierno británico ya había prohibido las importaciones personales de este tipo de carnes y de productos lácteos desde Alemania, Hungría, Eslovaquia y Austria.
Por tanto, supone un riesgo significativo para las empresas agrícolas y ganaderas, lo que podría conllevar grandes pérdidas económicas debido a la posible escasez de productos de origen animal y la pérdida de acceso a mercados extranjeros.
Protección
Las autoridades explicaron que las nuevas restricciones no se aplicarán a las importaciones personales procedentes de Irlanda del Norte, Jersey, Guernsey o la Isla de Man.
Por su parte, el ministro de Agricultura británico dijo que Londres “hará todo lo posible para proteger a los agricultores británicos de la fiebre aftosa”.
“Estamos reforzando aún más las protecciones introduciendo restricciones a las importaciones personales de carne y productos lácteos para prevenir la propagación de la enfermedad y proteger la seguridad alimentaria de Gran Bretaña”, agregó.
