La primera planta de los Cavelier se ubicó en municipio de Cajicá, en Cundinamarca.

La historia de una de las productoras de leche más queridas por los colombianos la inició en 1959 un médico que no quería que las personas siguieran tomando leche cruda, ya que esta podía transportar gérmenes perjudiciales para la salud. Jorge Cavelier Jiménez, uno de los primeros urólogos de Colombia, tenía claro que había que pasteurizarla, es decir, matarle todas las bacterias, y así junto a su hijo Enrique Cavelier Gaviria decidieron fundar la empresa Alquería.

La oportunidad de negocio la encontraron a más de 400 kilómetros en Rionegro (Antioquia). A través del empresario Nicanor Restrepo, encontraron a una persona que estaba vendiendo una pasteurizadora en ese municipio. El negocio había quebrado porque las vías de aquella época estaban tan malas que muchas botellas de leche llegaban rotas a Medellín.

Los Cavelier decidieron comprar esa maquinaría usada y montaron su propia planta en la Hacienda la Fagua, situada en el municipio de Cajicá, en Cundinamarca. Quien estuvo al frente del negocio desde el principio fue el hijo, que más tarde se llevó a toda su familia, su esposa y sus dos pequeños incluidos, a vivir ahí. De hecho, hoy en día el que comanda la compañía es uno de ellos, Carlos Enrique Cavelier Lozano. En cambio, su abuelo seguía en Bogotá donde trabajaba como presidente de la Cruz Roja. Además, también fundó el Hospital Universitario de la Samaritana para tratar a pacientes con sífilis.

Como en todas las empresas, los primeros años de la productora láctea no fueron fáciles, pero poco a poco fueron ampliando el número de colaboradores y proveedores. En el inicio, la leche llegaba en mayor medida de los campesinos de los municipios aledaños de la Sabana como Zipaquirá o Guesca, entre otros, y más adelante de otras partes del país.

Iniciaron con la botella de vidrio como empaque de su leche. Esta la distribuían a domicilio principalmente en Bogotá y ya en 1962 innovaron en el mercado con la introducción del cartón parafinado que revolucionó la forma de empacar leche en el país. Esta innovación les permitió crecer muy rápido y pasar de los 30.000 litros vendidos hasta los 100.000. Ya más tarde, en el 1971, sacaron la bolsa plástica, que hoy todos conocemos.

El nieto tomó las riendas de la compañía en 1992. Este creció en Cajicá jugando con los otros niños del pueblo mientras su padre se desempeñaba como concejal y posteriormente alcalde del municipio. Ya de mayor, Cavelier Lozano estudió antropología y sociología en la Universidad de Vermont, en Estados Unidos, e hizo una maestría en Administración Pública en Harvard.

Aunque coqueteó con la política, pues fue concejal, diputado y secretario general del Ministerio de Justicia, el miedo y las amenazas de esa época de violencia de Pablo Escobar le hicieron replantearse su camino y fue entonces cuando optó por liderar la empresa de la familia.

A su llegada, empezó a buscar nuevas innovaciones. De hecho, en una ocasión viajó hasta Aranda de Duero, en Burgos, España, para ver en qué estaba la empresa de productos lácteos Pascual, que ya años atrás había desarrollado un proceso de uperisado y envasado en tetra brik, pionero en ese país.

Sin embargo, lo que vieron les pareció muy costoso. Entonces decidieron usar las bolsas de leche pero estériles y es ahí cuando más adelante nació la tecnología larga vida en bolsa y en 1995 también se convirtieron en la planta de ultrapasteurización más moderna y con mayor capacidad en el área andina para tener leche con cero bacterias.

De tener unos 1.200 clientes pasaron a 5.000, después rápidamente a 10.000 y hoy su amplia red de distribución ya llega a cerca de 180.000.

2001 fue un punto de inflexión para la compañía pues para fortalecer su presencia en el mercado renovó su imagen con la vaca. En ese momento, tenía un 42 por ciento del mercado nacional y otro 61 por ciento del de Bogotá y distribuía al día 300.000 unidades del producto en distintos tamaños.

Ese mismo año presentaron nuevos productos como leches especializadas, sorbetes, bebidas lácteas y avena. De hecho, fueron los primeros en tener leche deslactosada en el país y también recibieron la certificación de talla mundial Quality Chekd.

La expansión de la empresa

Ya en el 2005, la empresa comenzó un proceso de expansión nacional. Abrió su regional occidente, con sede en Cali y su planta en Palmira. En 2006, se dio el proceso de alianza con la empresa local Ricalac en Bucaramanga para crear su regional este. Y después abrieron su regional Antioquia con la alianza con la Procesadora San Martín, con sede en Medellín.

También en 2007 se aliaron con Danone y en el 2012 incursionaron en el mundo del arequipe. Destaca que en 2015 se unieron con la compañía Freskaleche para fortalecer su presencia en los Santanderes. Esta descendía de Cooproleche, Cooperativa de Productores de Leche de Santander y el Magdalena Medio. Y ya en el 2015 volvieron a renovar su imagen.

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