Históricamente, estos dos países han sido buenos vecinos, con relaciones estrechas y desarrolladas de la mejor manera. No obstante, ahora están a prueba. La Autoridad Panameña de Seguridad de Alimentos (Aupsa) decidió no renovar automáticamente el permiso de exportación a más de 26 productores de lácteos en Costa Rica, que quedaron fuera de ese mercado a partir del primero de julio del presente año.
Las interesadas aseguran que se habían apresurado a enviar los documentos pertinentes, conforme a lo usual, sin que hayan tenido respuesta positiva por parte de la Aupsa. Para extender la autorización, ahora se exige una inspección física de sus plantas, algo que no ocurría desde el año 2017.
“El bloqueo está afectando a más de 1.750 productores costarricenses que entregan su producción a las plantas afectadas por este cierre comercial e implica dejar de vender a Panamá 80.000 kilos diarios de leche que no tienen actualmente otro mercado donde colocarse”, afirma Luis Mastroeni, director de Relaciones Corporativas y Sostenibilidad de la cooperativa Dos Pinos, líder del mercado y la más afectada por la coyuntura. Por su parte, el Ministerio de Comercio e Industria de Panamá sostiene que la situación se produjo porque las autoridades sanitarias costarricenses no solicitaron a tiempo la renovación de los establecimientos a sus contrapartes panameñas, como lo disponen los reglamentos vigentes, es decir, con 90 días de anticipación.
“Esa inacción, de manera automática, lleva a aplicar otro procedimiento que requiere inspecciones sanitarias. Esto en ningún momento ha sido una decisión discrecional, se están aplicando los reglamentos y normativas como corresponde e incluso las autoridades de la República de Panamá han exhortado a las costarricenses a comenzar los procesos lo antes posible. No obstante, se han demorado, algo que se nos escapa”, reza la respuesta oficial enviada a Summa. Mientras confirman la recepción de las primeras 12 solicitudes para que se proceda a la auditoría panameña también reconocen que la balanza comercial ha sido muy desigual, ya que “Costa Rica exporta a Panamá 13 veces lo que Panamá le vende, exacerbado por la dificultad histórica que han tenido plantas de empresas panameñas con las autorizaciones de las autoridades costarricenses. Hay algunas que tienen más de cinco años de esperar”. Entretanto, niegan que haya afectación local: “En el mercado panameño no hay tal cosa como un déficit de leche. Los distintos gremios productores, industriales y procesadores del país han asegurado el pleno abastecimiento de productos”.
“Por dos décadas las exportaciones de leche y productos lácteos entre Panamá y Costa Rica se ha mantenido sin contratiempos. Lo que en un inicio pensamos era un bloqueo comercial, percibimos que escaló a un conflicto de nivel político. Consideramos que llegó el momento de pedir que las más altas autoridades de ambos países se sienten a dialogar”, señala Mastroeni.
Entendimiento, el mejor camino
Líderes empresariales costarricenses y panameños abogan para que las instituciones respectivas logren un acuerdo que permita la continuidad del empleo y el flujo comercial bilateral. “Hacemos un llamado al Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) y a Aupsa para que encuentren una solución ganar-ganar, velando por el comercio, ya que en estos momentos Costa Rica es el gran perdedor. Es necesario considerar que la balanza comercial está a favor de Costa Rica, cuyas ventas en 2019 tuvieron un valor de US$614 millones en total vs. US$200 millones en importaciones desde Panamá”, resalta Laura Bonilla, presidenta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica.
Jean-Pierre Leignadier, presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP), concuerda con ella y agrega que se debe buscar un equilibrio en los procedimientos requeridos en el intercambio comercial entre Panamá y Costa Rica. Asimismo, señala que se deben resolver las diferencias relacionadas con el transporte de carga, tan necesario para el eficiente intercambio de mercancías entre ambos países.
“La CCIAP está dando seguimiento constante al tema y ha adelantado gestiones para que se obtenga un resultado positivo que beneficie a la industria nacional en los rubros que cumplen con los requisitos sanitarios y de inocuidad para la exportación hacia Costa Rica y vs. La meta es lograr que el intercambio comercial sea equitativo y sostenible”, comenta Leignadier.
Si no hay más opción …
Si los acercamientos entre los jerarcas de Comercio Exterior de Costa Rica y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) con sus pares panameños siguen sin rendir frutos, el país analizará la mediación internacional.
“Ya Costa Rica manifestó sus preocupaciones del caso ante el comité de agricultura de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Ahora bien, no es el inicio de un mecanismo formal de solución de controversias, pero sí es una acción mediante una herramienta multilateral para pedirle a Panamá su atención de está prohibición, la cual no coincide con los compromisos que ellos han adquirido a nivel regional”, afirma Duayner Salas, ministro A.I. de Comercio Exterior de Costa Rica.