Permite darle más valor a los terneros del tambo, aporta sanidad y frena los abortos por neosporosis bovina. Se usa esta raza porque permite una rápida identificación de las crías.

El uso de toros Hereford en rodeos lecheros como herramienta para mejorar la cantidad y la calidad de la carne de los terneros es todavía una práctica poco difundida en la Argentina. No pasa lo mismo en Nueza Zelanda e Irlanda, países de larga trayectoria en estos cruzamientos. Es una buena oportunidad para los tambos de encontrar nuevas oportunidades comerciales para sus terneros, machos y hembras. Y también de mejorar la condición sanitaria del rodeo y, a la vez, valorizar los novillos.

Alejandro de La Tour, presidente de la Asociación de Criadores de Hereford, recordó que conoció esta técnica en el Congreso Mundial de la raza realizado en 2012 y se sorprendió al ver que, en países donde el tambo es la actividad ganadera más significativa, no se plantea como una disyuntiva entre carne y leche sino como estrategia para potenciar todo el sistema.

En base a ello, en 2016, ante las dificultades comerciales para colocar los terneros machos de un tambo que administra, probó esos cruzamientos en vacas Jersey. Si bien era posible utilizar cualquier raza carnicera, se inclinó por el Hereford ya que una ventaja adicional es poder identificar fácilmente los terneros al momento del parto por su inconfundible careta, con lo cual el personal de campo puede separar los que provienen de inseminación con razas lecheras y los que son producto del cruzamiento.

La dificultad se transformó en una oportunidad ya que empezaron a encontrar productores vecinos y feedlots interesados en los terneros cruza logrando buenos valores, y hasta hubo quienes compraban terneras para guardar como madres. Entonces, decidieron profesionalizar la práctica y hoy usan los cruzamientos, tanto para vacas como para vaquillonas al final del servicio. Tras varias inseminaciones con razas lecheras, que contribuyen a seleccionar por fertilidad y lograr mejores índices reproductivos, los vientres se repasan con toros Hereford, lo que a su vez evita secar vacas vacías.

Otra experiencia en un tambo del país, fue presentada por Valentín Bracho, quien se refirió al uso de semen de toros Hereford como estrategia para frenar los abortos causados por neosporosis bovina, en un trabajo realizado junto con el INTA Balcarce en 2016.

¿Por qué el Hereford? Como el parásito se transmite mayormente de las vacas a las crías -por bosteo es más controlable-, resolvieron cortar esa vía de propagación aprovechando la rápida identificación de las crías careta para eliminar del rodeo a las madres positivas. Es decir, las hijas de las seropositivas no ingresaban al sistema de leche y se destinaban a carne. Esto trajo como beneficio adicional el aumento de la producción y el precio de la carne de esas seropositivas que, cruzadas con Hereford, daban novillos de 354 kilos promedio, un 5% más por animal, con un precio por kilo 18% mayor. En síntesis, con el Hereford se logró reducir la incidencia de la parasitosis y aumentar la rentabilidad por venta de más carne a mejor valor.

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