El primer paso para lograr una alta producción ganadera, tanto en carnes como en leche, pasa por la capacidad del productor para generar la mayor cantidad y calidad de forraje posible. En este sentido, los forrajes conservados se presentan como una estrategia para producir alimento ganadero a partir de cultivos agrícolas o pasturas que se cosechan y conservan para ser destinados a la producción ganadera.
A continuación, algunos aspectos a tener en cuenta para convertirse en un buen productor de pasto.
Forraje conservado
– Actúa como suplemento durante la temporada otoño-invierno y complementando al pastoreo cuando las praderas disminuyen su productividad.
– Ajusta la carga animal, ya que permite un aumento del número de cabezas en igual superficie. En condiciones climáticas adversas, como sequías e inundaciones, mantiene la carga animal preexistente.
– Balance y equilibrio de las dietas durante todo el año. En otoño-invierno, las pasturas contienen elevados niveles de agua y compuestos nitrogenados no proteicos, mientras que en primavera la fibra no tiene buena efectividad y los niveles de proteínas degradables en rumen son muy altos. En verano, normalmente la planta madura con rapidez, se lignifica mucho y pierde digestibilidad en forma abrupta.
Heno
– Se trata de una fuente primaria de fibra efectiva que contribuye a estabilizar las fermentaciones ruminales, sobre todo cuando se suministra alta cantidad de concentrados o se pastorean pasturas y/o verdeos muy tiernos y acuosos.
– Los henos de leguminosas pueden ser alimentos proteicos si conservan muchas hojas sanas y los tallos son tiernos.
– En dietas muy húmedas o con mucho grano, normalizan la función digestiva evitando la acidosis ruminal y las deposiciones muy líquidas.
– Aumentan la materia seca de la ración.
– Son ingredientes indispensables en sistemas de alimentación con suero o permeado de suero líquidos.
Silajes de maíz y sorgo
– Proveen fibra química y efectiva. Suministran fibra cuando la pastura es aguachenta y tierna. Cuando el cultivo contiene más del 35% de la materia seca en grano, se considera energético.
– Son recursos para complementar el pastoreo durante el año.
– Equilibran las dietas, amortiguando los excesos de amoníaco que se producen cuando se degradan las proteínas de las pasturas.
– En la primavera, minimizan el empaste durante el pastoreo, mientras que en verano pueden servir de vehículo para suplementar bajo la sombra con algunos concentrados.
– En vacas cerca del parto ayudan a mejorar el balance energético.
– Cumplen un rol esencial para el aumento de la carga animal.
Alfalfa (silajes de pradera)
– Son fuentes de fibra y de proteínas brutas.
– Contienen escasos niveles de carbohidratos y azúcares fermentables y son pobres en energía, aunque pueden ser fuentes de lípidos.
– Son recursos para suplementar forrajes de bajos niveles de proteínas, para sustituir a las pasturas ante condiciones climáticas adversas para el pastoreo o para suministrar en verano.
– Se puede aprovechar el excedente de forraje de la primavera para ensilar a muy bajo costo.
– Si las partículas tienen más de dos centímetros de largo representan una excelente fuente de fibra efectiva.
– Hay que practicar un preoreo para llegar al 40-45 % de materia seca.
– Poseen bajos niveles de azúcares y carbohidratos, lo que hace complicado la fermentación láctica.
– El suministro no debe ser elevado en las raciones. Para el suministro con silo de maíz o sorgo, usarlo mezclándolo en el mixer para lograr uniformidad.