El ganadero regiomontano advirtió que negar el derecho al agua para producción alimenticia, se reduciría la producción de alimentos.

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El ganadero regiomontano advirtió que negar el derecho al agua para producción alimenticia, se reduciría la producción de alimentos.

Hay que cambiar la forma de ver al agro en México, dado que existe riesgo que la producción de alimentos falte, advirtió el ganadero y abogado Gerardo Jiménez Cantú, autor del libro: “Breviario de un ganadero en zonas semiáridas”.

Consideró necesario adicionar al párrafo sexto del artículo 4º. de la Constitución que el derecho fundamental al agua se extienda a la actividad agropecuaria, pues actualmente dicho párrafo se constriñe a catalogar de esa manera solo al uso personal y doméstico del líquido.

Advirtió que al haber abandono del campo por parte de los gobernantes y negar el derecho al agua para la producción alimentaria, se corre el riesgo de una reducción de las zonas para siembra y animales, lo que generaría reducción en la producción de alimentos más cercana a las ciudades, posible escasez de productos, su transporte desde lugares más lejanos y de importación provocando aumentos en precios de estos productos en zonas urbanas y rurales, y más pobreza.

“Esto debe ser, porque así como el agua es indispensable para vivir, también lo son los alimentos, y estos últimos se encarecerían si hay que traerlos de lugares lejanos en el país o del extranjero al negar el agua para uso agropecuario cercano; y debe ir acompañado de medidas que aseguren un más eficiente uso del líquido en este sector”, agregó el especialista durante la presentación del libro que consta 236 páginas donde mapea el noreste del país en la ganadería.

“De tornillos y tuercas no vamos a vivir, no vamos a comer, y todo mundo está pensando en más riqueza a base de industria y al campo lo tienen abandonado; la gente del campo requiere el agua para sobrevivir y producir, es fundamental, y los gobiernos han abandonado a este sector retirándole todos los apoyos” y jueces han negado amparos a campesinos aún y cuando poseen concesiones debido a que el uso del agua en la actividad agropecuaria no es considerado un derecho humano o fundamental, advirtió el ganadero con más de 30 años en esta actividad.

La migración de miles de personas a las ciudades por el nearshoring y por los migrantes centro y sudamericanos que entran al país, está generando un rápido crecimiento en la demanda de alimentos en los centros urbanos, lo que sumado a los problemas que vendrán en la producción de alimentos en el campo por no garantizar el agua para este uso, llevarán a la necesidad de traerlos de lugares más lejanos, y esto encarecerá aún más los alimentos.

El autor del libro dijo que el objetivo de documentar es proporcionar consejos a las personas que comienzan en las actividades agropecuarias en México, sobre todo en el noreste que es una zona difícil por ser de tierras semiáridas; en su primera parte, doy unos consejos para comprar un rancho, qué es lo que debe analizar una persona al comprar un rancho.

“En mi caso, yo lo compré hace más de 30 años a troche y moche, pude pagarlo y lo compré sin tomar en cuenta lo que ahora los fracasos me han dado una experiencia amplia que la transmito en estas líneas para que otro no cometa los errores que yo cometí”, indicó Jiménez Cantú.

También, agregó, cómo decidir qué vocación se le dará al rancho; la elección de la raza de ganado factible de adaptarse al medio ambiente en el rancho; planificación de potreros; qué pastos conviene inducir; el momento óptimo para aprovechar el pasto establecido; la obligación de reforestar el rancho métodos para mitigar los efectos de sequías y heladas; las relaciones laborales entre el ganadero, su administrador y el resto del personal; recomendaciones para la sucesión testamentaria, entre otros.

El libro finaliza con un rompecabezas que denomina “Manejo Integral” y que muestra todas las partes que debe tener un rancho para lograr ser productivo, como la administración, nutrición, bienestar animal, genética, personal con amor al rancho, reproducción, sanidad y manejo de pastizales. “Si se arma el rompecabezas, el rancho será productivo”, subrayó el autor.

Tras haber realizado su primera adquisición de un rancho con unas 10 vacas hace más de 30 años, Jiménez Cantú ejerció la actividad que le apasiona en el campo y actualmente es propietario de la Ganadería GJC, ubicada a 28 kilómetros de Linares, con bovinos de razas de registro Simbrah, Simmental y Brahman, y planea extender su actividad diversificando a ganado caprino.

El ganadero ha publicado los libros “Los estilos de monta de los primeros jinetes del Nuevo Reino de León” (1992), “Camino a la Hacienda de San Pedro” (1993), “La imprescindible mula” (2009) y “Epopeya de un ganadero” (2013).

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