La raza bovina Pardo Suizo llegó a la Argentina en 1926, de la mano de un inmigrante de ese país europeo. Con dos vacas y un toro se fundó ese mismo año la cabaña La Alpina, en el partido de Lezama, provincia de Buenos Aires. Mario Gahwiler conoce la historia a la perfección porque el protagonista fue su abuelo, Don Augusto.
“Él era de profesión quesero y se asoció con unos vascos que le ordeñaban y entregaban leche con la que hacía los famosos quesos gruyere grandes”, contó a Bichos de Campo.
Pero no fue sino hasta 1978 que la familia logró posicionarse con la raza en lechería, a la cual importaban desde Estados Unidos.
“En su origen en suiza era una raza hasta triple propósito: sería para leche, carne y tiro, como los bueyes. Ahora estamos con animales netamente lecheros, a partir de los cuales hace tres años abastecemos una pequeña industria y fabricamos quesos artesanales. Somos una familia bastante numerosa, entonces todos tienen un trabajo dentro de la explotación. La producción la maneja mi hija, por ejemplo”, indicó el productor.
Contrario a lo que podría pensarse, la raza no se expandió más allá de Buenos Aires y la zona núcleo, ya que con los años fue absorbida para realizar cruzamientos con la Holando Argentina.
Actualmente La Alpina es la cabaña con el mayor rodeo de Pardo Suizo del país, que alcanza las 900 cabezas entre animales chicos y grandes. Los machos son destinados al engorde y las hembras a reposición, y en ordeñe la firma tiene entre 250 y 300 vacas.
Aun así Gahwiler sigue soñando con que la raza recupere vigor y define a su familia y empresa como una luchadora.
“Lo importante sería que se difunda y que la gente la pruebe. De alguna manera puede ser una raza muy útil por su rusticidad. Hay muchos lugares en el país en los que podría explotarse y ponerla a producir”, afirmó el bonaerense.
En por esto que recientemente decidió donar una vaca de esta raza a la escuela agrotécnica Manuel Belgrano, de la localidad cordobesa de Pozo del Molle, que trabaja en la enseñanza del manejo de distintas razas lecheras.
En mayo de este año durante el Congreso Todo Láctea, realizado en Jesús María, Bichos de Campo tuvo oportunidad de entrevistar a Fernando Bevolo, docente a cargo del tambo de esa escuela, quien manifestó el interés de la institución por sumar al Pardo Suizo.
“La figurita difícil hoy sería una Pardo suizo. Aporta leche de muy buena calidad para quesería, parecida a la Montbeliarde. Los chicos ahora trabajan con Holando, Jersey, Montbeliarde y Kiwi Cross”, había señalado en su momento Bevolo. Ahora les llegó la Pardo Suizo para completar el elenco.
-¿Por qué decidió hacer esta donación?
-Porque yo también fui educado en una escuela agrícola y le tengo mucho amor a eso. Hice la secundaria con en la Escuela Agrotécnica Salesiana Don Bosco, en Uribelarrea, y luego terminé en la Escuela Ramón Santamarina en Tandil con un ciclo terciario. El título es Agrónomo Nacional Especializado en Ganadería. Creo que la educación agropecuaria es muy importante porque el país es agropecuario. Hay que capacitar a las personas para que no se vayan del campo y para que exploten ese campo que es tan potente. Por otro lado, me interesa difundir la raza.