La Federación Mexicana de Lechería (Femeleche) estima que crecerá el desperdicio de leche producida en el país ante el crecimiento acelerado de la importación del producto.
En conferencia de prensa, Vicente Gómez Cobo, presidente de la federación, detalló que hace 50 años en México no se requería de producto procedente del extranjero, mientras que para 2022 se importó 30 por ciento y esperan que para 2050 se requiera importar hasta 50 por ciento de la leche de consumo.
Además, destacó que sin las políticas adecuadas la dependencia y polaridad será mucho mayor a la que actualmente se tiene, además de que la inflación y la creciente demanda de leche en polvo y vegetal del extranjero, entre otros factores, generaron que en 2022 se perdiera 10 por ciento de las granjas productoras de leche en el país.
“El precio de la leche se ha movido, antes de la pandemia estaba relativamente estable, pero tras la pandemia subieron los precios y en los últimos tres meses se han presentado caídas muy fuertes “, señaló durante la presentación del octavo Foro Internacional de Leche.
Pidió al gobierno más acciones para apoyar a los ganaderos mexicanos para que no tengan que cerrar sus producciones, puso de ejemplo a los principales exportadores de lácteos en el mundo la Unión Europea, Oceanía, Estados Unidos y Suramérica, quienes a pesar de las bajas por la pandemia, encontraron crecimiento por la ayuda gubernamental.
Mientras que sus expectativas para el primer trimestre de 2023 son: incremento en la producción de leche, que la inflación afecte el consumo, la caída de precios que provocarán altos costos de producción, un gobierno que los deje en la incertidumbre y problemas climáticos.
“Al cerrar esas exportaciones, a qué se dedican, difícilmente se puede cambiar de actividad sin tener el riesgo de perder su ingreso mínimo para sobrevivir. Vemos zonas donde la producción es leche y la tierra no tiene más y tienen que migrar”, condenó.