Las pequeñas y medianas industrias lácteas argentinas tienen hoy por delante dos grandes desafíos para poder profundizar la comercialización de sus productos tanto en el mercado interno como en el exterior: mejorar su tecnificación y robustecer su calidad.
En este sentido, las pymes buscan poder ingresar en las grandes cadenas de supermercados, que plantean otras condiciones de pago y poseen demandas logísticas a veces complicadas para el sector.
En el caso de la exportación, la tecnificación de la producción permitió incrementar en los últimos años los envíos al exterior, principalmente a Brasil, que recibe leche en polvo, yogures o quesos argentinos.
Así lo planteó Pablo Villano, presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel), en diálogo con el programa Nuestra Tierra, que se emite por Radio Perfil
Allí, Villano explicó que “si bien la producción llega a los hiper y supermercados, donde los plazos de pago son mayores y esto hace que sea un desafío para las pymes lácteas, ya que muchas veces estas industrias tienen que hacer una distribución intensiva de productos lácteos que generalmente nosotros no podemos hacer”.
Recordó que “los quesos representan el 50% de la producción de leche total del país y dentro de las pymes este producto es el que tiene más relevancia, dado que la mayoría de las pequeñas y medianas empresas son queseras a pesar de que hay pymes de otros productos, entre los que figura la producción de dulces o la leche en polvo o yogur”.
Las pymes queseras
El titular de Apymel consignó que en la Argentina hay más de 550 empresas pymes dedicadas a la producción de quesos, a las que hay que sumar la producción que promueven las grandes fábricas lácteas dedicadas a hacer quesos industriales, y no de modo artesanal.
Refirió además que la gran mayoría de las empresas queseras dedican su producción a la elaboración de quesos blandos, más conocido con el calificativo de “cremoso” o bien “cuartirolo”, que representa un 45% del total de todos los quesos producidos en el país.
Tal como expresó desde la cámara empresaria, es relevante también la producción de quesos semiduros o duros, que se elaboran con leche de vaca y se destaca allí la fabricación de quesos que emulan a los franceses Brie o Camembert.
“A esto le sumamos -explicó Villano- la producción de quesos más pequeños, que son más exigentes, para un rango particular de consumidores, junto a los quesos que emplean otro tipo de leche que no sea la de vaca. Si bien en la Argentina, no está tan desarrollado o hay tanto consumo, hay producción de quesos que se emplea la leche de oveja, cabra o búfala”.
Villano explicó que “es bueno que las fábricas queseras en la Argentina desde hace un tiempo se hayan tecnificado bastante y adoptado la automatización, hecho que permitió mejorar muchísimo la producción en cuanto a la calidad de producto y también la presentación de los quesos. No llegamos por supuesto a las góndolas europeas o hasta mismo a las góndolas en otros países. Si se observa en el caso de Brasil, donde hay mucha más cantidad de presentaciones”.