Al cierre del año pasado se contabilizaron 72.223,4 toneladas importadas de leche en polvo y otros lácteos por cerca de USD 236 millones (valor CIF), según el informe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán-FNG con información del DANE.
Comparado con el 2022, el volumen apenas varió -0,5 % frente a las 72.589,2 t registradas, con una diferencia de solo 365,8 t menos. La mayor variación se observa en el costo, que cayó 14,7 % o USD 40,7 millones respecto a los USD 276,7 millones del año anterior.
En promedio, el valor CIF de una tonelada en 2023 fue de 3.267,5 dólares, 544 menos que los USD 3.811,4 que se reportaron hace 2 años. Esta es la razón por la cual, aunque el volumen fue casi igual, el costo del año pasado fuera inferior al de 2022.
Por ejemplo, en 2020 se importó el récord de 73.663 t de lácteos pero el costo fue de USD 203,5 millones, lo que significa que cada tonelada valió USD 2.763 en promedio.
Óscar Cubillos, jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán–FNG, explicó que a pesar del precio internacional de la leche en polvo y otros productos, que repuntó a principios del año, el arancel bajo por cuenta de la firma de los TLC con EE. UU. y la UE hizo que las compras se mantuvieran altas.
«En dos años se tendrá arancel cero y las importaciones solamente dependerán del nivel de la tasa de cambio y del precio internacional. Por ejemplo en 2023 el precio internacional subió pero la tasa de cambio bajó, lo que favoreció la importación, que va a continuar, sobre todo de leche en polvo descremada», aseguró.
Los lácteos importados en 2023
Efectivamente, tal como lo mencionó Cubillos, la leche en polvo descremada fue de lejos el producto más importado con 29.925 t por un valor CIF de casi USD 93,2 millones (39,5 %). Le siguió la leche en polvo entera, esencial para la industria de repostería y galletería, con 20.555 t por cerca de USD 81 millones (34,3 %).
Los otros lácteos fueron queso fresco con 2.759 t por USD 18,6 millones (8 %), lactosueros con 14.504 t por USD 15,2 millones (6,4 %), los demás quesos con 2.544 t por USD 13 millones (3,3 %) queso rallado o en polvo con 1.190 t por USD 7,9 millones (3,3 %) y queso fundido con 777 t por USD 4,3 millones (1,8 %).
El resto de productos, que incluyen yogur, las demás leches con adición de azúcar, mantequilla, las demás leches y natas, queso de pasta azul, grasa láctea anhidra o butteroil, leche líquida y leche condensada suman 599 t para las que se han gastado alrededor de 2,8 millones de dólares (1,2 %).
Países de origen de las importaciones de lácteos
Así como ha sido en los últimos años, Estados Unidos lidera la lista de países de origen con 55,8 % del total del costo, equivalente a USD 131,6 millones con los que se adquirieron 41.704 t. De estas, 26.097 son de leche en polvo descremada por USD 83 millones. En 2023 se adquirieron 3 mil toneladas más de este tipo de leche que en 2022.
El segundo lugar es para Bolivia, país del que se han importado 7.030 t por USD 27,9 millones (11,8 %), seguido de Chile con 5.009 t por casi USD 15,9 millones (6,7 %). En cuarto puesto está Polonia con 2.810 t por USD 10,2 millones (4,3 %) y luego Irlanda con 2.524 t por USD 9,5 millones (4,0 %).
Uruguay viene muy cerca con 2.637 t por casi USD 9,5 millones (4,0 %) y Argentina es séptimo con más toneladas (2.901 t) por menos valor (USD 8,4 millones, 3,6 %). Luego siguen España con 1.805 t por USD 7,9 millones (3,3 %), República Checa con 2.608 t por USD 4,4 millones (1,9 %) y Francia cierra el top 10 con 498 t por USD 2 millones (0,8 %).
El resto de países, entre los que están otros europeos como Alemania, Italia, Países Bajos, Dinamarca, Bélgica, Suiza, Portugal, americanos como Brasil o México, e incluso asiáticos como China, suman 2.696 t por USD 8,7 millones (3,7 %).
Para Cubillos, el alto índice de importación de leche en polvo descremada, como se evidencia en las cifras, puede llegar a competir con el acopio nacional de leche líquida. Sin embargo, las industrias requieren más leche en polvo entera, por lo que considera que las compras a los ganaderos no se afectarían tanto. En cambio, el mercado se iría ajustando según la oferta y la demanda.
«La producción de leche colombiana es, en muchos casos, más competitiva que importar leche, sobre todo entera. Hoy en día es más barato acopiar leche colombiana que traer leche en polvo entera. En el caso de la descremada, sí es más barata que la nacional, pero no tiene los atributos para ser aprovechada por las industrias nacionales, porque viene sin grasa», subrayó.
