La empresa pidió autorización para salir a buscar en el mercado interno hasta $2.000 millones a los fines de refinanciar sus compromisos en moneda nacional
Espaldas. Según la calificadora Fix, Arcor tiene "resiliencia" a la crisis.

Arcor anunció su intención de salir a buscar en el mercado interno hasta 2.000 millones de pesos, con el plan de refinanciar deudas bancarias en moneda nacional.

La empresa nacida en Arroyito pidió a la Comisión Nacional de Valores (CNV) su autorización para hacerlo a través de la emisión de obligaciones negociables (ON).

El lanzamiento de la ON Clase 12 se hará dentro del país. Es por esta razón que el programa, por ahora, está en análisis a la espera de que “las condiciones del mercado interno sean lo más favorables”, según explicaron fuentes allegadas a la compañía.

Esta emisión, de acuerdo con la misiva a la CNV, forma parte del programa global de ON por 800 millones de dólares. Resta aún saber las condiciones, las tasas y si ya se determinó algún plazo determinado.

En los primeros días de noviembre, la compañía perteneciente a la familia Pagani informó a la CNV que en el período desde enero hasta septiembre acumuló pérdidas por 2.610 millones de pesos, por los efectos de la recesión en el consumo interno.

La firma, al 30 de septiembre pasado, mantenía un nivel de liquidez que ascendía a 9.226 millones de pesos, 17 por ciento más respecto de igual período del año anterior, lapso en el cual la inflación en Argentina había llegado a 53,5 por ciento interanual.

Las mismas fuentes explican el resultado negativo en función de “una fuerte volatilidad como consecuencia de acontecimientos políticos y económicos, tanto en el ámbito nacional (el recambio de gobierno) como en el internacional (el impacto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China)”.

El problema es su deuda. Quienes conocen en fino los números de Arcor indican que la deuda en moneda estadounidense llega a 550 millones de dólares. De todas maneras, casi la totalidad de la deuda financiera en dólares vence en el año 2023 y su facturación anual ronda los 2.700 millones de dólares, indicó el diario La Voz.

En tanto, entre pasivo corriente y no corriente en moneda nacional, la deuda en pesos supera los 10.500 millones de pesos.

La empresa enfrenta un contexto en el que sus ventas en volúmenes se ubican cinco por ciento por debajo del año pasado, según datos de mercado.

A eso se sumaron el efecto de la devaluación sobre la rentabilidad, afectada principalmente por la diferencia de cambio sobre la deuda en dólares y los conflictos gremiales. Este año, despidió a 42 trabajadores en una planta de San Luis.

Esta situación se repite en el resto de las empresas del sector. Hasta septiembre, Mastellone (La Serenísima) declaró una pérdida neta de 2.449,8 millones de pesos, mientras que Molinos informó un resultado negativo de 1.356 millones de pesos.

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