México aumentó 2.1% la producción de leche, hasta los 12,553 millones de litros durante el 2020, derivado de que el sector fue declarado como esencial para garantizar el abasto de las familias, afirmó Mariano Salceda Servín de la Mora, presidente de la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec).
Con el incremento en la producción respecto al 2019, México avanzó en el ranking mundial de países productores, al ubicarse en la posición número 13; aunque el consumo per cápita se mantiene rezagado hasta 3 veces respecto a Estados Unidos.
Al participar en la sesión plenaria del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y de la Nutrición Animal (Conafab), el directivo refirió que el mercado de la leche de bovino y sus derivados en México está valuado en 16,000 millones de dólares al año y tiene un amplio potencial de crecimiento.
Mencionó que el consumo diario per cápita de los mexicanos de 250 mililitros es bajo comparado con países como Holanda de 900 mililitros, Estados Unidos 740 mililitros o Nueva Zelanda 600 mililitros.
Por su parte, en el mismo periodo, la demanda de los productos lácteos tuvo una reducción de 2% en comparación con 2019, debido a los efectos del desempleo y la incertidumbre económica de la población, expuso Mariano Salceda.
Agregó que de la producción nacional de 12,553 millones de litros de leche que se alcanzó en 2020, solo 614 millones se comercializan sin pasteurizar (cruda). La leche industrializada comercializa principalmente en forma fluida y en menor proporción en queso, crema, mantequilla y yogurt.
“La seguridad alimentaria del país es básica y depende de todas las industrias que participamos en el sector agropecuario: fabricantes de alimentos balanceados, la matanza y preparado de carnes, productos lácteos, frutas, verduras, azúcares, molienda de granos, así como pescados y mariscos”, expuso Salceda Servín.
Los retos
El presidente de Canilec dijo que el sector tiene retos por aumentar el consumo de productos lácteos saludables y nutritivos, sobre todo durante la pandemia por Covid-19; mejorar la competitividad de todo el sector frente a los altibajos del mercado de commodities y lograr un manejo eficiente de la estacionalidad de la producción lechera.