Desde las cero horas de anoche y por 24 horas, Atilra (Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina) paró la producción de La Suipachense cuya planta está ubicada en la ciudad bonaerense de Suipacha; y de ARSA (Alimentos Refrigerados SA, que era propiedad del Grupo Vicentin) cuyas fábricas están en Lincoln y Córdoba y elaboran alimentos refrigerados para SanCor.
Aunque no hay bloqueos ni piquetes como acostumbra el moyanismo, Mundo Gremial supo que el paro se cumple a rajatabla. Y desde Atilra justificaron la medida: «En La Suipachense pagan fuera de término todos los meses, cuotificado y deben aguinaldo; y en todos los casos se apropian del dinero retenido con destino a la seguridad social a los trabajadores y no los depositan».
La campana es otra al hablar con la empresa: «El problema viene de la semana pasada porque dimos de baja a dos contratados temporales por tema Covid y ellos querían que los reincorporemos. Bajo presión sindical organizaron asambleas de dos horas por turno y ahora resolvieron hacer este paro por deuda gremial, lo que se traduce que un 10% de la gente no tendrá leche porque la producción se hace de un día para el otro». Sigue: «La situación es muy compleja y los gremios siguen apretando por deudas gremiales que son insostenibles de pagar».
Por lo que reconstruyó Mundo Gremial esa deuda sería por un monto superior a los 100 millones de pesos.
Ante los faltantes de diversos productos en los supermercados por la ola especulativa de los precios, ¿el ministerio de Trabajo intervendrá en este conflicto?