La producción lechera en Bolivia enfrenta una nueva dificultad: el abastecimiento irregular de combustible está poniendo en jaque las rutas de recolección de leche, según la Federación de Productores de Leche de Bolivia (FEDEPLE).
Los productores advirtieron que muchas unidades de transporte no pueden operar con normalidad debido a la falta de carburante, lo que genera retrasos en la recogida y amenaza tanto el volumen como la calidad del suministro diario. La situación afecta principalmente a las zonas rurales donde la logística es más frágil y dependiente de la movilidad.
FEDEPLE urgió al Gobierno y a las autoridades competentes para que se garantice el suministro de combustible de forma estable e inmediata, ya que de lo contrario la cadena láctea corre el riesgo de desarticularse: industriales podrían bajar la recepción de leche y los productores ver disminuido su ingreso habitual.
El problema, según los lecheros, radica en “cuellos de botella” en la distribución de combustible que impactan la operación de cisternas y camionetas de recolección. Las expectativas están puestas en una solución rápida que permita que las rutas rurales vuelvan a circular sin interrupciones.
La federación aseguró que mientras persista el desabastecimiento seguirá reportando pérdidas y alertando sobre el impacto en la producción nacional de leche.
