China abrió un nuevo frente de tensión comercial con la Unión Europea al imponer aranceles provisionales de entre 21,9% y 42,7% a una amplia gama de productos lácteos del bloque, incluidos leche, crema, quesos frescos, procesados y quesos azules. La medida se sustenta en una investigación iniciada en agosto de 2024, en la que Beijing concluyó preliminarmente que los subsidios otorgados bajo la Política Agrícola Común (PAC) habrían causado un “daño sustancial” a su industria láctea.
Según el Ministerio de Comercio chino, los gravámenes alcanzan a empresas de varios países europeos. En el tramo inferior aparece la italiana Sterilgarda Alimenti, mientras que en el extremo más alto se ubican filiales de la neerlandesa FrieslandCampina. Para compañías españolas como CAPSA, Campo de San Juan, Innolact y Lácteos Industriales Agrupados, el arancel provisional quedó fijado en 28,6%.
Desde Bruselas, la reacción fue inmediata. La Comisión Europea cuestionó la solidez de la investigación china y sostuvo que se basa en “acusaciones cuestionables y pruebas insuficientes”, además de advertir que las medidas podrían violar las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). El bloque ya elevó el caso ante ese organismo y aguarda una resolución definitiva que China podría adoptar hacia fines de febrero.
Impacto indirecto sobre Argentina
Si bien China sigue siendo el mayor importador mundial de lácteos, su relevancia para Argentina es marginal. De acuerdo con datos del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), en 2025 apenas representó poco más del 2% del valor exportado y cerca del 6% del volumen, concentrado casi exclusivamente en suero en polvo.
Sin embargo, el foco de preocupación está en el impacto indirecto. Lo que la Unión Europea no logre colocar en el mercado chino podría buscar destino en otros países, especialmente en Brasil, principal comprador de los lácteos argentinos. Este eventual desplazamiento de mercadería podría presionar precios y condiciones comerciales en un contexto ya sensible para la región, atravesado además por las negociaciones del acuerdo UE–Mercosur.
Especialistas señalan que el efecto no sería inmediato, pero sí relevante si la UE decide redirigir volúmenes significativos hacia mercados donde Argentina compite de manera directa, tanto en leche en polvo como en quesos.
Un conflicto comercial en escalada
La decisión china se inscribe en una escalada de tensiones con la Unión Europea, que comenzó con la investigación europea sobre subsidios a los vehículos eléctricos chinos y continuó con represalias sobre brandy, carne de cerdo y ahora productos lácteos. Para Beijing, se trata de una defensa legítima de su industria; para Europa, de una represalia política encubierta.
Organizaciones de productores europeos advirtieron que la medida supone un golpe severo para el sector y reclamaron a la Comisión Europea una postura firme en defensa de los agricultores y cooperativas.
Fuente:
La Nación — https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/tension-china-impuso-altos-aranceles-a-los-lacteos-europeos-y-la-argentina-podria-sentir-un-impacto-nid23122025/
