La planta donde se elabora turrón de maní en Arroyito trabaja las 24 horas, los siete días de la semana y en cuatro turnos. Mientras tanto, frenó la línea de jarabe de maíz hasta el lunes, por menor demanda de gaseosas.

La planta de Arcor en Arroyito muestra las dos caras de cómo está hoy el consumo en el país.

Cuando arrancó mayo, la compañía frenó hasta el próximo lunes 13 la producción de alta fructuosa (glucosa), un endulzante que vende a los fabricantes de gaseosas, por la menor demanda ante caída de las ventas.

Pero al mismo tiempo, en otra parte del mismo establecimiento, tiene su línea de producción de turrón de maní que elabora las 24 horas, de lunes a lunes, según confirmó el grupo de origen cordobés.

Frente a la caída en las compras de alta fructuosa, la firma adelantó las vacaciones a 70 trabajadores, una medida que surgió ante el reclamo de la sede Arroyito del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (Stia), ya que la idea original era aplicar suspensiones.

Este producto se elabora a partir de la molienda húmeda de maíz, en una de las plantas del predio industrial donde trabajan un centenar de personas, la que llegó a su máxima capacidad de stock.

De hecho, según informó Hernán Boero, secretario general de Stia Arroyito, las partes convinieron realizar otra parada técnica en junio próximo, que permitirá a Arcor controlar los niveles de stock. “A partir de agosto, se volverá a analizar en función de cómo evolucione el consumo”, indicó el gremialista.

Una medida similar debió tomar la empresa en su planta de San Pedro, provincia de Buenos Aires, donde dejará de producir alcohol durante este mes.

Además, la mayor importación, la crisis de la producción frutihortícola regional y la búsqueda de competitividad en un contexto de consumo en retracción, fueron los factores que motivaron el cierre de la planta de La Campagnola (integrante del grupo) en Mendoza y trasladarla a San Luis.

Turrón “a full”

Arcor tiene en Arroyito cinco plantas industriales en las que trabajan cerca de 1.900 personas.

Allí produce golosinas, caramelos duros y blandos, chicles, alta fructuosa y hasta energía, a través de una central termoeléctrica. Pero el “boom” lo protagoniza la línea de fabricación de turrones, que no da abasto para cubrir la demanda. Esta línea trabaja “de corrido” con cuatro turnos diarios y elabora entre 40 y 50 millones de turrones por mes; una parte se destina a la exportación.

Una de las razones que explica semejante ritmo de producción es que se trata de uno de los alimentos más baratos fabricados por la compañía de la familia Pagani y que se puede conseguir a menos de 10 pesos la unidad. La crisis orientó el consumo de las familias a los productos de precios bajos en prácticamente todos los rubros.

Según la Federación Comercial de Córdoba (Fedecom), las ventas minoristas de los comercios pymes locales cayeron en abril 13,4 por ciento interanual.

Por su parte, el Centro de Almaceneros advirtió en abril una baja de 8,6 por ciento interanual en las ventas de alimentos en los pequeños negocios de Córdoba Capital.

Pero desde la compañía agregan otros factores más a la mayor demanda de turrón: clima y salud.

La llegada del frío marcó el inicio de la temporada baja de gaseosas. Pero además, el turrón de maní se ha convertido en una “colación” que los nutricionistas recomiendan para reemplazar el consumo de productos elaborados con harina.

Actividad: producción

La planta de turrones no da abasto por la demanda.

40.000.000. Arcor produce en Arroyito entre 40 y 50 millones de turrones de maní por mes. Trabaja en cuatro turnos diarios durante toda la semana.

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