Ejemplo de ello son los productos lácteos a gran escala, como el queso, crema, quesillo, entre otros, cuyas ventas se han reducido en alrededor de un 40 por ciento, porque los clientes centroamericanos han dejado de llegar a Tapachula y municipios aledaños.
Jonathan Gómez Bravo, distribuidor de ese tipo de alimentos, precisó en entrevista para este rotativo que no han reducido sus precios, pese a la gran producción, en virtud de la reducción en la demanda y el aumento en insumos y costos de producción.
Reconoció que gran parte de la población ha respetado las medidas sanitarias por la pandemia y no sale de sus viviendas, y que eso es también un factor que ha repercutido en las ventas, como la priorización en las compras.
Regularmente al inicio de la temporada de lluvias, los productos lácteos de la región sufrían un descenso en sus precios por el aumento natural de la producción, pero este año continuó igual.