El paro por 24 horas en reclamo de mejoras salariales definido por los trabajadores de la industria lechera enrolados en la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) fue levantado promediando la jornada de protesta luego de que el Ministerio de Trabajo nacional dictase, este lunes al mediodía, la conciliación obligatoria por 15 días. Con la paritaria vencida en abril, el gremio pide un incremento en línea con la inflación establecida por el Indec.
Pero en el ala sindical advierten que existe un trasfondo en este conflicto: “La única estrategia es llevar esto al ámbito del Ministerio de Trabajo para solicitar formalmente un aumento de precios en los productos”, recalcó en diálogo con Letra P Heber Ríos, , seccional donde se emplaza la planta de un jugador central del sector: Mastellone (La Serenísima). Ante eso, el dirigente sindical apuntó: “No se tiene que utilizar el ámbito de la negociación paritaria para que puedan o no aumentar el precio de sus productos”.
Al recalcar que en el caso puntual de La Serenísima “se está produciendo por encima de los volúmenes esperados” en las proyecciones hechas por la empresa antes de la pandemia, Ríos sostuvo: “No paramos en ningún momento, se siguió produciendo, se incrementó el ingreso de materia prima y por consiguiente, el procesamiento. Se dejaron de elaborar algunos productos que no se consideran esenciales pero se abocó la mayor cantidad de materia prima a elaborar leche fluida, dulce de leche, productos de consumo masivo”.
De esta manera, el dirigente sindical consideró que la empresa tiene la espalda suficiente para efectuar los incrementos salariales “sin necesidad de aumentar los precios”. Y ahondó: “Varios empresarios estaban pidiendo responsabilidad al sector de los trabajadores porque habíamos llevado a cabo una medida de fuerza; nosotros los hacemos responsables a ellos de que hayamos tenido que hacer una medida de fuerza”, que, dijo, “tuvo un acatamiento del 100%”. Así, el referente de Atilra en Mastellone enfatizó que desde el gremio siempre existieron “intentos de negociar sin llegar al conflicto”, pero que los empresarios “tensaron hasta último momento”.
Ríos afirmó que en el marco de la conciliación tendrán “predisposición a negociar”, y reiteró que piden de aumento “ni más ni menos que el porcentaje de inflación que marca el Indec”. Resaltó que en lo que va del año no tuvieron incremento salarial. Y disparó contra la industria: “No es forma de tomar como rehenes a los trabajadores ni extorsionarlos cuando ellos se tienen que sentar con el Gobierno a solicitarle que le permita incrementar los precios de sus productos”.
El Centro de la Industria Lechera (CIL), que reúne a pequeñas, medianas y grandes empresas del sector, advirtió que, “en este contexto, no es posible realizar nuevos incrementos en los salarios, cuando nos encontramos en el medio de una de las crisis más severas que ha vivido el sector en su historia”, indicó.
Entre los argumentos esgrimidos, marcó un aumento en la estructura de costos y “la imposibilidad de trasladar estos incrementos a los precios de venta desde hace más de 6 meses, lo que está colocando a muchas empresas al borde del colapso por el quebranto de sus balances”.
Ríos comentó que la industria apela a “un doble discurso: dicen que estarían de acuerdo (con el planteo de aumento salarial) pero que quieren llevar la negociación al ámbito del Ministerio de Trabajo, cuando es un acuerdo entre particulares que siempre se hizo de la misma forma. No sé por qué tendría que hacerse diferente en esta ocasión”.
“Esperamos que estos 15 días nos podamos sentar con CIL y Apymel, que puedan entender que nuestros representados merecen el aumento y que lo podamos solucionar en una mesa de diálogo. Si tienen la intención de incrementar el precio de sus productos, que lo hagan donde corresponde”, puntualizó.