Por una combinación de motivos, aquello que supo ser gigante, hoy se encuentra en otra posición pero lo que sigue marcando trascendencia es el sentido de pertenencia, el cual se sostiene arraigado en lo más profundo de una comunidad que encontró su camino a la par de la láctea, diversificándose luego para avanzar hacia otro destino.
Debemos seguir teniendo en cuenta la postura visionaria de Juan Bautista Vicente Mitri y hacer nuestro su legado para que aquella asamblea principal, llevada a cabo el 17 de setiembre de 1938 que marcó un punto de inflexión para representantes de las 16 cooperativas presentes de las provincias de Santa Fe y Córdoba, pueda ser también nuestro futuro.
Las instituciones fundadoras se dedicaban a la elaboración de crema y caseína, por lo que su unión conllevó a la producción de manteca. Fue tan solo el primer paso de una historia que los sunchalenses tenemos muy presentes y que a lo largo de los últimos años pudimos revivir de la mano de los escritos de Basilio María Donato, como testigo privilegiado de todo lo que acontecía.