Nestlé viene anunciando inversiones muy importantes para los próximos años.
Sí, está en línea con lo que Nestlé viene haciendo hace años, que es mantener un ritmo de inversiones muy importantes hace años. Sin ir más lejos hace dos años inauguramos una línea de RTD en la fábrica de Villa Nueva, invertimos 12,5 millones de dólares. Ese mismo año en Firmat para hacer leche condensada que hacía 15 años se había dejado de fabricar en Argentina, eso fue 1,5 millones de dólares más.
Todo esto viene avanzando, en los últimos 3 años invertimos casi U$S 16.5 M. en lo que es leche orgánica y leche A2. Y en lo que estamos trabajando fuerte es en el tema de desarrollar la industria nacional. Hablando de Firmat, vamos a invertir un poco más de 7,2 millones de dólares para fabricar fórmulas infantiles. Hoy parte de esas fórmulas las importamos, y no solo dejaríamos de importar, sino que además pasaríamos a exportar. Es parte de un proceso continuo de inversiones, en un período de 3 años planeamos invertir U$S 120 M. y si bien son en diversos frentes, buena parte es para ayudar a nuestros proveedores pymes a generar capacidad de abastecimiento en materas primas y también en la posibilidad de exportar. Para ello lanzamos el programa Argen+ que apunta a fomentar la producción nacional y ayudar a pymes a fortalecerlas y exportar.
Hablando de los proveedores, sabemos que tiene relaciones especiales, más precisamente en los que los proveen de la leche A2 u orgánica. ¿Cómo están trabajando con los tamberos, hay posibilidades de crecimiento en esos dos frentes?
Siempre hay posibilidades de crecimiento. Venimos trabajando muy bien. El año pasado cumplimos 90años en Argentina, nuestro primer negocio en el país fue una fábrica láctea, y en estos 90 años hemos seguido trabajando y creciendo para convertirnos en un socio estratégico fundamental de los tamberos. Y como en toda sociedad buscamos que nos vaya mejor a todos. Todas estas oportunidades de crecer y exportar, todo este desarrollo de leche orgánica y leche A2 es apostando a que la lechería argentina siga creciendo, y aprovechar que está muy bien considerada en el mundo para agregarle valor. Lo mismo en fórmulas, agregarle valor a esa producción agropecuaria y obviamente, en la medida de que esto crezca como negocio se crecerá en producción, en compra de leche. Este es un mercado sumamente competitivo y nosotros tratamos de trabajar y aportar desde nuestro lado ese know-how que les puede ayudar a los tamberos.
Dando una vuelta por las góndolas se puede observar que tanto Nestlé como otras industrias apuestan cada vez más a la diversificación de productos. ¿Esto tiene que ver con las nuevas tendencias de mercado o es una respuesta a un atraso que tenía argentina con respecto al mundo?
Nestlé es una compañía que pone al consumidor en el centro. Y lo que venimos viendo tanto a nivel mundial como en Argentina, es a un consumidor que cada vez más busca algo específico. Eso ayudado por toda la innovación y desarrollo que hay alrededor, empezás a encontrar consumidores que cada vez segmentan más lo que buscan.
Entonces te encontrás con soluciones, con productos funcionales. Nosotros lanzamos hace unos años la primera leche con cero lactosa del mercado, dentro de esa línea están sus variedades, entera sin lactosa Nido, todas las descremadas de la línea Svelty que en general son productos funcionales que apuestan a diversos tipos de necesidades. Ahora lanzamos leche A2 que fundamentalmente tiene un grado de digestibilidad mayor. También lanzamos la leche orgánica, con los primeros dos tambos certificados. Para eso también encontramos un consumidor que va a buscar ese producto específico. Creo que esa es una tendencia a nivel mundial, un consumidor que busca productos cada vez más específicos.
A nivel mundial también se está hablando mucho de los sustitutos vegetales a los lácteos, cómo ven ustedes ese mercado en nuestro país, planean ingresar o por el momento no.
Nosotros tenemos algunas de esas soluciones a nivel mundial. Siempre es algo que estamos mirando. Es un proceso que lleva tiempo, pero es algo que estamos viendo. Todavía es un mercado chico, que está creciendo y en algunos casos muy fuerte. Nestlé tiene ese tipo de soluciones en algunos países y estamos mirando esas experiencias para evaluar si hay que traspolarlo a Argentina.
En el rubro alimenticio, y en la lechería en particular hay muchas luces apuntando al tema de la sustentabilidad. Venimos de una reunión del COP26 que donde la producción de leche y carne estuvo en el centro del debate. Sabemos que Nestlé está trabajando mucho en el tema sustentabilidad.
Sí, desde el punto de vista de sustentabilidad, tanto para Nestlé a nivel global como local, es una prioridad absoluta. Nuestro grupo ha hecho dos compromisos globales fuertes, uno de ellos es que para 2025 todos nuestros envases van a ser reutilizables o reciclables, con lo cual estamos en un trabajo muy grande para poder convertirnos y cumplir con ese compromiso global.
Y el otro desafío es alcanzar la neutralidad para el 2050, con un compromiso fuerte de reducir en un 30% para el 2025 y un 50% para 2030 de lo que son nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. Ese es un compromiso muy fuerte porque obviamente la lechería tiene mucho que hacer en eso, desde el punto de vista de ser un contribuyente en gases de efecto invernadero, Así que estamos trabajando con los tamberos, nuestros socios estratégicos en esto. Estamos preparando actividades en conjunto con ellos y también con agentes intermedios, como puede ser Programa Argentino para el Carbón Neutro que lo que busca es crear una mirada común y acciones comunes entre productores, industria y sectores intermedios que puedan facilitar o acelerar los cambios en los procesos.
Seguramente esto se relaciona con lo que hablábamos recién, no sólo hay consumidores que buscan productos específicos sino también que se preocupan por la sustentabilidad en la producción.
Una característica del consumidor de hoy es que no solo le interesa saber lo que está consumiendo en términos de la composición del producto que tiene adelante, sino que también le interesa mucho entender cómo ese producto llegó hasta él.
Hay un consumidor que hoy se preocupa por entender cómo fue nuestro trato con los animales, cómo fue nuestro trato con el medioambiente, cómo fue nuestra relación con la comunidad. Es un consumidor que pide productores responsables a lo largo de toda la cadena de valor. El tema de bienestar animal, algo muy cercano a la lechería es un tema que hoy está súper alto en la agenda.
Argentina tiene buenos estándares de producción en muchas de estas áreas, pero tal vez se muestra poco ese trabajo.
Sí, somos un país en el que estamos haciendo las cosas bien, que tiene que mejorar pero que sabe hacer las cosas. Pero hay que entender que hay un trabajo ahí que no lo va a hacer un sector solo, ni la industria sola, ni la producción primaria sola, no lo puede imponer el gobierno por sí solo. Yo creo mucho en la interacción entre lo público y lo privado, entere industria y producción primaria, y creo que muchas de estas organizaciones intermedias pueden funcionar como ligantes, como factores que generen procesos que ayuden.
Ustedes están trabajando en una lechería sustentable
Dentro de nuestro trabajo que es aportar valor al sector y trabajar con nuestros tamberos, hemos creado con la Universidad Austral y Funpel un programa de formación en lechería sustentable. En esta primera edición tenemos unos 40 inscriptos en este programa. Está destinado a tamberos y trata de abordar la profesionalización, sobre todo de las generaciones más jóvenes, en términos de hacer más sustentable la actividad desde tres puntos de vista, técnico, económico y sustentabilidad ecológica. Creemos que es un aporte significativo, hemos armado un buen programa, buenos contenidos, y la convocatoria fue muy buena.
¿Cuándo se hace una nueva convocatoria?
El año que viene se hará nuevamente. Este año es cuando comenzamos, lo hicimos con una programación de septiembre a diciembre y lo mejor es que de los más de 40 inscriptos hay estudiantes muy variados, de distintos sectores, de diferentes provincias y de tambos grandes y chicos. Gente que ha encontrado aquí una posibilidad de formación.
Ven el interés de los jóvenes, porque uno de los problemas de la lechería mundial es la falta de jóvenes que quieren ingresar al negocio.
Totalmente. Está dirigido hacia ellos, y cuando vemos a los asistentes, te diría que el 80% son jóvenes que tienen hasta 35 años, lo que muestra que despertó interés en los jóvenes. Obviamente los avances en la tecnología que disparó la pandemia también permiten que algo que normalmente era una barrera, poder hacerlo a distancia.