Los problemas relacionados con el clima, los costos de producción altos o en aumento y las interrupciones persistentes por la pandemia de Covid-19 dieron como resultado que el crecimiento de la producción de leche fuera menor de lo esperado para el último trimestre del año pasado.

Esos inconvenientes afectaron a los productores de leche de todas las regiones clave de producción, entre ellos a los de los siete principales exportadores de productos lácteos (Nueva Zelanda, Australia, la UE, EEUU, Uruguay, Brasil y Argentina). La nueva proyección es de una disminución de la producción de 0,7% interanual en el primer semestre de 2022, dijo Emma Higgins, analista agrícola sénior de Rabobank. Eso aumentó aún más el déficit mundial de suministro de leche y condujo a un aumento vertiginoso de los precios de los productos lácteos y a precios significativamente más altos de la leche en los tambos en las principales regiones de exportación.

El informe de Rabobank dijo que el aumento de los precios de la leche no logró inducir una mayor producción y que es poco probable que el déficit de suministro desaparezca en el corto plazo. Rabobank ha aumentado su pronóstico del precio de la leche en los tambos de Nueva Zelanda para la zafra 2021/22 a $ 9,70 por kg de sólidos.

Mirando hacia 2022/23

Mirando hacia la zafra 2022/23, la perspectiva de precios es mucho más incierta, dependiente del comportamiento del consumidor y las condiciones del mercado, los cuales en estos momentos son “muy impredecibles en un contexto de escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania”, dijo Rabobank.

“Esperamos que los precios mundiales de los productos lácteos se mantengan elevados hasta mediados de año en medio de la oferta mundial limitada. Pero con la presión inflacionaria rampante en todo el mundo y las expectativas de crecimiento económico mundial que comienzan a desacelerarse, surge la pregunta: ¿qué tan alto irán los precios y por cuánto tiempo permanecerán allí?”

Uno de los impactos iniciales clave de la invasión rusa de Ucrania fue el aumento de las preocupaciones sobre la seguridad alimentaria mundial, dijo la Sra. Higgins. “Estas preocupaciones han desempeñado un papel en el aumento de los precios de los productos lácteos. Y vemos que estas preocupaciones permanecerán en primer plano para los compradores en los próximos meses, lo que agregará un peso alcista a los precios de los productos lácteos para la nueva temporada”.

“Sin embargo, la situación está evolucionando rápidamente y también debemos considerar la eventualidad de que China pueda apoyar a Rusia y exponerse a sanciones que, de esa manera, podrían aplicarse al 25% del producto lácteo mundial. Si esto llegara a suceder, crearía una terrible situación” para China y sus socios comerciales, siendo Nueva Zelanda la más afectada dado que necesitaría encontrar mercados alternativos para casi el 40% de sus exportaciones de lácteos.

“El conflicto entre Rusia y Ucrania también impacta en los costos. Ambos países son jugadores importantes en el comercio mundial de granos, energía y metales, y anticipamos más subas para los insumos, caso de granos, petróleo, gas natural y fertilizantes”, dijo la Sra. Higgins.

El banco dijo que el riesgo de una fuerte corrección a la baja en los precios de los productos lácteos en el corto plazo es muy bajo, ya que gran parte del producto de esta temporada ya se vendió.

Para la próxima temporada, esperaba que los precios de los productos lácteos se mantuvieran en niveles altos en su comienzo, pero creía que era poco probable se mantuvieran en niveles tan elevados en la medida que avance la zafra.