En julio de 2021, cientos de ganaderos de vacuno de leche, de los poco más de 400 que quedan en Andalucía, se echaban a las calles bajo el lema ‘Con la leche al cuello’ para protestar por la situación de asfixia que estaban sufriendo ante una falta de rentabilidad que le abocaba al cierre de sus explotaciones.
Se inició un proceso de movilizaciones en el que se reclamaba precios justos para la leche de vaca, un alimento básico que se encontraba bajo la amenaza de desabastecimiento.
Un año después, tal y como advierte COAG Andalucía, ya es una realidad: no hay suficiente leche en Andalucía, donde a las circunstancias derivadas de la guerra Rusia-Ucrania hay que sumarle los efectos de una severa sequía que ha disparado el coste de alimentación del ganado hasta en un 40% en lo que va de año.
Subida de los costes
Así, el inasumible incremento de los costes de producción ha dado la puntilla a un sector que ya se encontraba muy endeudado por los bajos precios, dominados por las grandes cadenas alimentarias, que provocaron la ruina y el cierre de numerosas explotaciones en los últimos años en Andalucía.
Los ganaderos, avisan desde la organización agraria, han tenido que decidir entre echar el cierre de las explotaciones para no seguir multiplicando las deudas o vender vacas para carne para ahorrar costes y obtener algún beneficio a corto plazo. La consecuencia directa de todo ello, tal y como advirtió COAG en las movilizaciones de 2021, es una merma considerable de la producción de leche en Andalucía: no hay suficiente leche, lo que sin duda es un problema para toda la sociedad.
Un precio justo
Para COAG Andalucía, la solución inmediata es muy clara: si quieren leche, que la paguen como se debe. Y, en la actualidad, un precio mínimo que cubra costes y no arruine más al ganadero se sitúa en los 60 céntimos por litro. Si no se paga de manera justa, la producción de leche en Andalucía seguirá disminuyendo.
En definitiva, la situación es grave y, desde COAG Andalucía, se reclaman soluciones urgentes para un tema que ya trasciende a toda la sociedad. Asimismo, se exige el cumplimiento de la Ley de Cadena Alimentaria que prohíbe la venta a pérdidas, no sólo por la supervivencia del vacuno de leche, sino de todo el sector agrario, ya que el desabastecimiento se va a extender a otras producciones, como la del caprino de leche, si no se toman medidas.