Cerrado el de electrodomésticos, esta semana continuarán las reuniones con grandes empresas de consumo masivo. La Secretaría de Comercio buscará lanzar la primera etapa de Precios Justos a partir del 15 noviembre, y que se extienda hasta el 15 de marzo.
Hasta el momento, 7 empresas confirmaron que ingresarán al programa con los precios en el packaging. La dinámica inflacionaria mutó, y sólo 2 de cada 10 empresas no aumentan sus precios a lo largo de 30 días.
De todos modos, desde el Gobierno aclararon que esta semana el foco pasará por la puesta en marcha del Ahora30. Por ello, la apuesta es arrancar con Precios Justos recién el 15 de noviembre. Si bien el objetivo final es que haya una canasta de 2.500 productos que sostengan su precio durante 4 meses, con el precio en el packaging, en la Secretaría de Comercio aseguran que para poder lanzarlo lo antes posible podrían hacerlo “en etapas”.
“Es mentira que van mal las negociaciones”, contaron fuentes cercanas a Tombolini. Para sumarse al nuevo programa, que convivirá con Precios Cuidados, las empresas hicieron diversos pedidos: las exportadoras, acceder a un tipo de cambio diferencial, como el “dólar soja”. Ese pedido no sorprenda: desde el sector vitivinícola hasta el de bienes de capital pide un dólar distinto. En tanto, las empresas que venden al mercado interno piden algún tipo de beneficio impositivo.
De momento, la moneda de cambio para las empresas que ingresan a Precios Justos es el comercio exterior: “Vamos a armar un programa que les permita trabajar en la previsión de importaciones, usando el canal verde aduanero”, aseguró Massa. Desde Comercio, agregaron: “Estamos sintetizando las propuestas para compensar parte del esfuerzo, todos tenemos que ceder un poco, pero también las empresas acumularon ganancia mucho más rápido de lo que aumentaron los sueldos. Basta mirar los balances o la participación de los salarios en el ingreso”.
El último dato de distribución del ingreso que publicó la semana pasada el Indec dio cuenta que los trabajadores se quedan con el 41,7% de los ingresos, y las empresas con un 49,2%. En 2017, la relación era exactamente al revés.
Si bien diversas empresas aseguraban que es “inviable” el pedido del precio en el packaging, algo que ya intentaron, sin éxito, los anteriores secretarios de Comercio (Paula Español y Roberto Feletti), fuentes oficiales aseguran que ese reclamo es “parcialmente” incorrecto. “No dicen que es imposible. Las empresas no son un sólo producto”, destacaron desde Comercio.
Desde el Gobierno aclaran que no es un “congelamiento” sino un acuerdo voluntario, y como tal, anticipan que será monitoreado y sancionado en caso de incumplimiento. El objetivo, agregan, es “operar” sobre las expectativas de los consumidores y darle “previsibilidad” a las empresas. Con la baja de la inflación del 7,4% de julio al 6,2% de septiembre, y el 5,5% de inflación mayorista, Massa apunta a bajar la inflación “despacio”, de manera gradual, sin aplicar un plan de estabilización de shock.
Con los acuerdos en alimentos, tecnología, indumentaria, medicamentos, y próximamente textiles, el Gobierno busca frenar la inercia. De hecho, la dinámica inflacionaria “mutó” en los últimos meses, describió el economista Federico Moll de Ecolatina. La inflación pasó de un promedio mensual de 3.4% en 2021 a una de 7% en el tercer trimestre de 2022. En un informe, destacó que ganan lugar los aumentos “chicos pero continuos”, menores al 20%, una estrategia ante consumidores que “perdieron completamente las referencias de precios y es difícil captar las magnitudes de aumentos chicos”.
Según el relevamiento de Moll, con una inflación del 25%, lo “normal” era que cerca de un 60% de los precios no cambie a lo largo de 30 días. Con un IPC de entre 40-50%, cayó al 40%, y hoy solo el 20% de las empresas no varían sus precios a lo largo del mes”.