Si bien los números del balance que acaba de presentar oficialmente dan cuenta de un importante nivel de rentabilidad durante el 2024, lo cierto es que la mayor fabricante de golosinas de la Argentina también sufre los efectos de la fuerte caída del consumo.
Se trata del Grupo Arcor, una de las principales multinacionales con sede en el país, que durante el año pasado registró una ganancia neta de $308.945 millones, comparada con los $56.732 millones del 2023.
Es decir, $252.213 millones más obtenidos durante un año que no fueron impulsados por mayores operaciones, sino, en especial, por la fuerte inflación que venía sufriendo el país, que llegó al 117,8%, superando ampliamente la devaluación del peso en ese período.
Es más, de acuerdo al informe de resultados correspondiente al ejercicio 2024 presentado por el grupo cordobés ante la Comisión Nacional de Valores (CNV), sus ventas consolidadas cayeron un 5,5% durante el año pasado, totalizando $3.939.656 millones.
Ventas: escenario negativo para Arcor
Además del menor consumo evidenciado en la economía, en esta caída también fueron determinantes la constante suba de precios para no perderle pisada a la inflación y el incremento de costos, especialmente en insumos clave como el cacao.
Este contexto le pegó a todas las actividades de Arcor que, conjuntamente con sus subsidiarias, asociadas y negocios conjuntos, constituye un grupo multinacional, que produce una amplia gama de alimentos de consumo masivo (golosinas, chocolates, galletas, alimentos, etc.) e industriales (papel virgen y reciclado, cartón corrugado, impresión de films flexibles, jarabe de maíz, ingredientes industriales y endulzantes de origen vegetal, etc.).
Tiene presencia en Argentina, Brasil, Chile, México, Perú y Angola, y comercializa los mismos en una gran cantidad de países del mundo.
La sociedad es controlada por Grupo Arcor S.A., que posee el 99,686534% y 99,679719% de participación en el capital y en los votos, respectivamente.
El grupo es propiedad de la familia Pagani y es considerada la principal empresa de alimentos de la Argentina; el mayor exportador de golosinas de la Argentina, Chile y Perú y la empresa más importante de la región en capacidad productiva, ventas y desarrollo marcario.
Posee 49 plantas industriales en el mundo; más de 20.000 empleados; es el primer productor mundial de caramelos duros y es también una de las empresas de soluciones de packaging más importantes del Cono Sur, con plantas industriales en Argentina, Chile y Perú.
El futuro de Mastellone
Es además dueña del 49% del capital de Mastellone Hnos. en sociedad con el grupo francés Danone, con el cual mantiene una tensa convivencia accionaria en la láctea local debido a una disputa por el control total de esta sociedad que se debe definir a la brevedad.
Es más, Bagley Latinoamérica S.A., Bagley Argentina S.A. y Arcor S.A.I.C., tenedores de esas acciones, le otorgaron el derecho a los accionistas de Mastellone para que puedan vender el resto de sus participaciones a los inversores y a Bagley Latinoamérica S.A. en cualquier momento y hasta este año.
La idea es que los inversores, junto con Bagley Latinoamérica S.A., puedan alcanzar el 100% del capital y votos de Mastellone.
Según el contrato, el precio de ejercicio de esta segunda opción de venta es variable y se determina a partir de parámetros similares a las de la opción de compra”.
Más allá de este contrato para quedarse o no con la mayoría accionaria de Mastellone, el grupo viene llevando a cabo un proceso operativo para poder superar el contexto recesivo que evidencia el consumo.
El impacto devaluatorio en la empresa
Sus ejecutivos decidieron aplicar una estricta optimización de costos y un proceso de diversificación de sus mercados.
Sin embargo, en términos de negocios, el negocio doméstico representa el 67,4% de sus ventas, mientras que el 32,6% provino de exportaciones y operaciones en el exterior, que también cayeron un 2,9%, totalizando $1.285.588 millones, frente a los $1.323.650 millones del año anterior.
En este caso, en el documento del grupo se explica que la baja se debió a la devaluación de monedas en algunos mercados y el encarecimiento de costos en dólares, “que afectaron la competitividad de sus productos. Aun así, algunos países como Uruguay lograron crecer en volumen, compensando parcialmente el impacto”.
“La sociedad opera en un contexto económico dónde las principales variables han tenido una fuerte volatilidad como consecuencia de acontecimientos políticos y económicos, tanto a nivel nacional como internacional”, señala el paper enviado a la CNV.
Consumo: las golosinas, las más afectadas por la recesión
El informe agrega que, en el caso de la Argentina “se destaca la profundización de la contracción de la economía, a partir de la implementación del nuevo gobierno de un programa económico orientado a corregir los desequilibrios fiscales y externos acumulados a finales de 2023. En este contexto se llevaron a cabo numerosas reformas y se aplicaron medidas que permitieron rápidamente alcanzar un superávit fiscal y una marcada reducción de la inflación mensual”.
Es más, el negocio de golosinas y chocolates fue el más afectado, con una caída del 6,3% en ventas hasta los $940.006 millones, debido a la menor demanda de productos de impulso y el encarecimiento del cacao en el mercado internacional.
En contraste, el negocio de alimentos logró mantener su volumen de ventas y cerró el año con $337.008 millones que fueron impulsadas por las conservas de tomate y dulces sólidos.
En el segmento de packaging, Arcor destacó que, si bien hubo una contracción en la industria, la caída en ventas fue menor que la del mercado general, gracias a la optimización de costos y la diversificación de clientes.
En total, este sector alcanzó una facturación de $1.012.345 millones, representando una leve baja del 3% interanual.
En el caso de los agronegocios registró ingresos por $475.678 millones, con una mayor demanda de sus productos derivados del maíz y la caña de azúcar., además de haber crecido en exportaciones de jarabes y edulcorantes a mercados como Brasil y México.