La lechería argentina está atravesando un período favorable y resulta esencial aprovecharlo para poder consolidar el crecimiento indispensable para poder permanecer en la actividad. Así lo indicó Marcos Snyder, consultor, director del sitio DairyLando y ex coordinador institucional de la Comisión de Lechería de CREA, durante una conferencia ofrecida esta semana en una jornada organizada en los últimos días en la sede de la Sociedad Rural Coronel Brandsen por la región Este de CREA.
“Más allá de cuál sea el sistema de producción, los empresarios lecheros deben proponerse como meta un crecimiento del ingreso del 3% anual en la próxima década para poder consolidar su posicionamiento en el sector”, señaló Snyder. “Es necesario invertir tiempo en planificar la estrategia de crecimiento, lo que no resulta sencillo porque los niveles de eficiencia logrados son muy elevados en general”, añadió.
Las propias estadísticas oficiales reflejan que esa necesidad está lejos de tratarse de un capricho, sino que más bien representa una obligación para poder sostenerse en el negocio.
La participación de los tambos de mayor escala en la producción argentina de leche se viene incrementando de manera significativa, subiendo diez puntos en apenas un lustro, mientras que no sucede lo mismos con las empresas pequeñas. El consultor dijo que resulta conveniente aprovechar el buen momento de precios relativos que está registrando el sector para realizar inversiones y mejoras orientadas a promover el crecimiento.
Existe una correlación marcada entre el nivel de existencias de productos en industrias lácteas argentinas y los precios ofrecidos por la leche. En ese sentido, los últimos datos oficiales disponibles de stock muestran niveles adecuados para garantizar precios firmes de la leche cruda.
En lo que respecta a la demanda, el consumo interno -principal cliente de la lechería- se encuentra en retracción, aunque medido en dólares muestra un crecimiento sustancial con respecto a la situación presente un año atrás.
En cuanto a la exportación, la demanda externa está pudiendo gestionar el volumen que resignó el mercado interno y los precios internacionales de la leche en polvo -principal producto de exportación argentino- vienen repuntando, aunque la competitividad de las ventas externas sigue comprometida por factores impositivos y cambiarios.
El especialista apuntó que el actual ciclo, cuando la producción de leche logre recuperarse, podría derivar un escenario menos favorable para la actividad, lo que debe ser tenido en cuenta al momento de diseñar tanto la gestión de la coyuntura como el programa de crecimiento de largo plazo.
“No existe una sola receta: las estrategias de crecimiento dependerán de cada empresa lechera y pueden provenir por mejoras productivas, comerciales, organizacionales o financieras; pero una cosa es segura: todas, más allá de su escala, tienen que crecer”, resumió.
Fuente: Contenidos CREA
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