Desde el Gobierno afirman que es el resultado de un movimiento estacional habitual.Sin embargo, admiten que faltan marcas.Aseveran que el fenómeno no se registra de la misma forma en todo el país y que también es resultado de acuerdos entre comercios y productores.
Un productor menos. Dicen que la desaparición de SanCor afectó la oferta. (Pedro Castillo)

El Gobierno salió a negar enfáticamente ayer que exista una “crisis” en el sector lechero y, si bien reconoció que faltan marcas en las góndolas, aseguró que esto responde sólo a una retracción de la oferta por estacionalidad, y prepara medidas.

Alejandro Sammartino, director de Lechería de la Secretaría de Agroindustria, salió al cruce de los productores y de los supermercados que aseguran que hay una “crisis” porque no hay un pleno abastecimiento de la demanda interna.

“Es la crisis más profunda que hemos vivido en el tambo, llevamos más de tres o cuatro años que no podemos salir”, advirtió Jorge Chemes, vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y diputado por el Frente Progresista Cívico y Social.

“Faltan las leches de segunda marca en todos lados y, si bien el factor climático ha afectado la producción, el punto fundamental es que la lechería viene en crisis, con falta de rentabilidad y cierre de tambos”, dijo Chemes.

Dardo Chiesa, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), había propuesto conformar un mecanismo institucionalizado de precio y abastecimiento con mediación del Estado, pero según Sammartino la mayoría de la cadena no lo apoyó.

“Cuando hablamos de crisis, entendemos un sector que no tiene políticas ni reglas de juego, pero eso no es así en el presente. Sí lo era con el kirchnerismo que intervenía, cartelizaba, no dejaba exportar y marginó la lechería”, dijo el funcionario.

Agregó que “no es cierto” que haya menor actividad. La producción el año pasado aumentó 4,3% y las ventas al exterior, casi 40%. “El crecimiento en las exportaciones permitió que con la crisis económica que estamos viviendo y la caída del consumo interno el precio al productor no se le desordene”, sostuvo Sammartino.

Ante la consulta de este diario, fuentes de la Secretaría de Comercio Interior reconocieron la “crisis” y afirmaron que están trabajando en verificar los inconvenientes para proceder con medidas “inminentes”.

La cartera conducida por Ignacio Werner se comunicó ayer con actores de la cadena para pedirles que liberen cualquier stock disponible lo más pronto posible para poder abastecer las góndolas.

Las fuentes aclararon que no se está pensando en limitar la exportación de leche para asegurar el producto en el mercado local, pero sí se está hablando con las productoras para que no desatiendan las góndolas.

En concreto, en el Gobierno reconocen que la desaparición de Sancor fue un golpe duro para la cadena. Ahora, el mayor productor es La Serenísima, cuyas segundas marcas desaparecieron de las góndolas.

En Comercio Interior coinciden con Sammartino sobre el impacto de la sequía. “Podemos hablar de coyunturas climáticas y de mercado, pero ya basta de la palabra ‘crisis’ porque acá no hay una crisis”, enfatizó el director de lechería.

La lechería trabaja estacionalmente: octubre es el pico de más producción y abril el de menor producción. “Las vacas no producen parejo todo el año, se secan para iniciar una nueva temporada de lactancia”, señaló el funcionario.

Un tanto contradictorio, reconoció que “todo el ordenamiento” que impulsó el Gobierno en la cadena “generó reducción de stock, lo cual es muy importante porque cuando el stock crece hay presiones bajistas sobre el precio y esto afecta al productor”.

Sammartino admitió que hay algunas marcas que no están presentes en el mercado. “No significa que no hay leche, sí se restringió la oferta”, sostuvo. Y señaló que una cosa es el panorama que se puede ver en los comercios de Capital Federal y Gran Buenos Aires y otra es el interior del país, donde –dijo– no hay faltante.

Al ser consultado sobre por qué en algunos comercios se vende sólo un saché por persona el funcionario dijo que esto forma parte de acuerdos entre la industria y las cadenas comerciales.

Vanesa Ruiz, gerenta del Centro de Almaceneros de Córdoba, aseguró que se ha dado “un gran incremento” en la venta de estos productos en los últimos meses, en referencia al fenómeno de las segundas marcas de lácteos. Ante la caída del salario, la gente se orienta a artículos más económicos.

“Se da en alimentos lácteos que supuestamente suplen a yogures, leches, leches chocolatadas o quesos pero que no lo son y que en su presentación no se advierte claramente que están comprando otra cosa”, afirmó en declaraciones radiales.

El precio del queso vuela por las nubes

En los últimos seis meses, aumentó alrededor del 40%.

Suba generalizada. No sólo el precio de la leche viene en aumento. Los quesos también muestran subas importantes en las últimas semanas, tanto en las variedades duras, semiduras y cremosas.

Mantecoso. Según datos del Centro de Almaceneros, en los últimos seis meses, el queso mantecoso incrementó sus precios en torno al 40%. Así, el kilo ronda los $ 270.

Semiduros. Esta variedad experimentó subas menores, del orden del 25%, No obstante, los precios están muy altos. El kilo de un queso holanda o pategrás cuesta entre $ 400 y $ 450.

Duros. En el caso de los quesos con mayor estacionalidad, los precios comienzan en los $ 500 (sardo) y llegan hasta los $ 800 por kilo (reggianito).

Más caro que los fideos. El alto precio de algunos quesos ha llevado a que muchos comercios ya no ofrezcan las variedades más caras. “Hoy, 100 gramos de un reggianito cuesta $ 75 pesos. Así, cuesta más el queso que los fideos”, dijo Vanesa Ruiz, del Centro de Almaceneros.

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