Están en la mayoría de postres y meriendas. El yogur es un producto estrella y se escoge con frecuencia por tratarse de un lácteo, fundamental dentro de una dieta equilibrada y saludable. Este alimento contiene únicamente dos fermentos lácticos: el Lactobacillus bulgaricus y el Streptococus thermophilus. Se elaboran a partir de la leche de la vaca, cabra u oveja en cualquiera de sus formas: entera, destanada o enriquecida. Se presenta en formatos diversos: tradicional, líquido y batido. Además puede ser natural, con sabores y con fruta. Debe conservarse en frío, entre 1ºC y 8ºC.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha escogido veinte de estos yogures con frutas para valorar su composición y elegir los mejores. Algunos de ellos recurren a algún tipo de azúcar, que incrementa su valor calórico. Todos tienen un contenido en grasa inferior al 0,5% y son ricos en proteínas ya que la leche suele enriquecerse con más leche en polvo o proteína láctea. Además, su contenido en fermentos láctico y bifidobacterias es el adecuado.
Lo que ha sorprendido a los investigadores es que contienen muy poca fruta a pesar de que se venden como yogures o leches fermentadas «con trozos de frutas». La realidad es que se incorporan al yogur en forma de puré o zumos y los consumidores lo notan. Estos han dictaminado cuáles son los mejores yogures con sabor a fresa que se pueden comprar en los supermercados.
OCU