La Federación de Obreros de la Industria Láctea (FTIL) se declaró en conflicto el jueves pasado ante el cierre de la planta de Salto de Indulacsa, propiedad del grupo francés Lactalis, que comercializa la marca Parmalat.

Por ahora no se han definido medidas de fuerza, explicó a Conexión Agropecuaria Enrique Méndez, dirigente de FTIL. Se está a la espera de una reunión con el Ministerio de Trabajo y la empresa, prevista para el próximo 8 de julio, en busca que encontrar una solución para los 50 empleados que perderían sus puestos de trabajo.

El cierre de la planta se daría de forma gradual, con una operativa que quedaría reducida a 13 trabajadores a partir de julio y el cierre definitivo se completaría en setiembre, señaló Méndez.

De no avanzar en la negociación por los puestos de trabajo, la FTIL realizará un paro general con movilización a nivel nacional, informó en un comunicado.

La Federación solicitará reuniones con los ministerios de Ganadería y de Industria, con INALE y las Comisiones de Trabajo del Senado y de Diputados.

La planta de Salto estaba destinada centralmente a la maduración que quesos duros. A partir de su cierre, toda la actividad de Lactalis en Uruguay quedaría concentrada en su planta de Cardona, Soriano.

Conexión Agropecuaria intentó consultar a la empresa sin respuesta.

Trabajadores de la industria lactea esperan tripartita para evaluar medidas

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