Se trata de una empresa familiar que produce cerca de 30.000 toneladas anuales de dulce de leche. Además de ser el principal proveedor de reconocidas marcas de alfajores y golosinas tiene el objetivo de conquistar el mundo.

Ernesto Rodríguez e Hijos SRL, es la empresa PyME dueña de la marca Vacalin, fundada en 1981 por Ernesto Rodríguez (padre) y sus dos hijos: Ernesto y Hugo. Sin embargo, la relación de la familia con el negocio del dulce de leche viene de mucho antes.

Cuando Joaquín Rodríguez, el abuelo de Ernesto y Hugo, llegó al país a principios del Siglo XX, tal vez no imaginó que su destino sería crear una empresa, que no sólo es una marca icónica del dulce de leche, sino que además elabora innumerable cantidad de productos para terceros.

Hacia 1926, este joven nacido en España, decidió emprender su propio negocio de reparto de dulce de leche. Lo primero que hizo fue sumarse a una empresa que fabricaba dulce de leche en el segmento industrial. En ese momento tenían la marca El Mago.

Con los años, fue su primogénito, Ernesto Luis Rodríguez, el que quedaría a cargo de las acciones de su padre. Hoy, los bisnietos de Don Joaquín ya participan del negocio de manera activa, cuenta Adrián Cagnoli, Director comercial de Vacalin, orgulloso de ser parte de una empresa familiar argentina que trasciende de generación en generación.

Vacalin se trasformó hoy en una importante industria de alimentos y lácteos, con una gran variedad de productos, aunque su principal estrella sigue siendo el dulce de leche.

En su planta elaboradora, produce cerca de 30.000 toneladas anuales de dulce de leche en diversas presentaciones. Este volumen de producción representa cerca de un cuarto del consumo total del producto a nivel nacional.

A principios de 2019 inauguraron una nueva planta en el mismo predio y en unos años pretenden duplicar su producción.

Vacalin abastece a muchas de las grandes marcas de alfajores y golosinas del país. Esto los terminó de convencer de que el futuro de la empresa pasaría por liderar un proceso de internacionalización y llevar el dulce de leche desde Bartolomé de Bavio, provincia de Buenos Aires, al mundo.

“Durante muchos años nos enfocamos en la producción del dulce de leche a gran escala para abastecer a las industrias y nos convertirnos en los principales proveedores de empresas alfajoreras, heladeras, magdalenas. Desde entonces somos el principal productor de dulce de leche de Argentina y por esa razón también tuvimos la oportunidad de llevar el producto para atender nuevos mercados en el exterior” comenta Cagnoli.

La empresa inicio el proceso de exportación en el año 2000, principalmente a países limítrofes. Sin embargo, a partir del 2012 le dieron mayor relevancia al área de comercio exterior, profesionalizando todos los procesos administrativos internos y también con los organismos involucrados para poder garantizar un mejor proceso de negociación, con la intención de desarrollar nuevos mercados y atender nuevos clientes.

“Nuestro reto ha sido presentar el dulce de leche y su uso. En Argentina, es un producto usual y de alto consumo, pero en otras partes del mundo no lo conocían. Para ello necesitábamos crearles el deseo y fomentarlo en los hábitos de consumo. Por esta razón nuestros primeros pasos en comercio exterior fue distribuirlo a clientes de foodservice (panaderías, gastronomías, heladerías). Para que lo usaran como insumo o ingrediente principal en sus alimentos”, cuenta Cagnoli.

Y agrega: “hoy estamos llegando a países como; Canadá, Estados Unidos, Brasil, Chile, República Dominicana, Paraguay, Ecuador, Panamá, Corea, Kuwait y mucho más.”

Así mismo, los objetivos de la marca están orientados en posicionar todo el portfolio, ampliando las categorías e innovando con nuevos productos. Además de reforzar la gestión de comercio exterior a través de diferentes alianzas, como es el caso de éxito de Brasil, específicamente en São Paulo donde la empresa tiene representantes oficiales que le permiten amplificar su atención en el mercado internacional.

Otras estrategias de expansión de la marca, es el desarrollo de nuevos mercados, mediante una gran inversión en la inscripción de la marca en todos los países y regiones que piensan desarrollar estableciendo oficinas con representantes comerciales para establecer las negociaciones directamente con los clientes, entre ellas la Unión Europea.

Para la dirección de la compañía, el enfoque en la mejora continua a través de su sistema de gestión de calidad y seguridad alimentaria, trabajando en el cumplimiento de todos los requerimientos del mercado para llevar a Vacalin a todo el mundo se ha convertido en la prioridad de los últimos años.

“Recientemente se ha obtenido la aprobación del proceso de auditoria en relación con el protocolo SMETA (Sedex Members Ethical Trade Audit) versión 6.1, confirmando nuestro compromiso con las buenas prácticas sobre Responsabilidad Social Empresarial”, explica Cagnoli, haciendo alusión a 4 pilares: Estándares Laborales, Salud y Seguridad, Medioambiente y Ética en los Negocios.

Y añade: “este es un paso muy importante para la compañía y todos sus colaboradores. Ahora, nos estamos preparando para recibir la auditoria de certificación inicial sobre la norma de Seguridad Alimentaria BRC GS Food V 8. La cual será una herramienta más de apertura de mercados”.

Vacalin, hoy exporta el 8% de su producción actual de lácteos y el 3% de la producción de dulce de leche.

Para cerrar la entrevista, Cagnoli hace énfasis en que “es muy importante crecer y desarrollar nuevos mercados con relaciones comerciales de largo plazo. Más allá del contexto sociopolítico del país, nuestra meta es hacer conocer el dulce de leche Vacalin en el mundo”.

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