La combinación precisa de leche, azúcar, una gota de esencia de vainilla y calor dan lugar a un manjar con un origen por varias razones polémico, pero que la Argentina terminó adoptando como parte de su ADN: el dulce de leche.

Su lugar en el mercado interno es indiscutido con ventas para la industria que superan los US$ 250 millones y los consumidores degluten a razón de 3 kilos por persona cada año. Este consumo representa tres veces lo ingerido por los argentinos en el equivalente de tazas de café o consumido en maní cada año.

Sin embargo, el dulce de leche aún tiene todo por crecer fronteras afuera ya que apenas poco más del 3% de lo producido se exporta y solo genera US$ 7,7 millones. Ese desafío suele desvelar a muchos de los empresarios que participan activamente de esta industria perteneciente al paraguas de la cadena láctea argentina.

Dulce de leche: ¿cuchara o postres?

Si bien el consumo local, como se mencionó al inicio, se estima en alrededor de 3 kilos por persona cada año, las cifras oficiales en materia de producción chocan con la realidad. Los números oficiales dan cuenta de 96.863 toneladas al año equivalente al 2,4% de la leche fluida del país. Sin embargo, una regla de tres simple y, en base a cifras recientes de la consultora Kantar, el volumen total de producción estaría más cerca de las 128.000 toneladas cada 12 meses. Hecha esa salvedad, propia de la informalidad en la cual suelen operar la economía local, según la Subsecretaría de Lechería, hay unas 70 empresas que se dedican a la elaboración de dulce de leche, entre pymes y grandes productores de la industria láctea que conforman un mercado maduro.

A la hora de poner la lupa sobre el consumidor, Consumer in touch, estimó que un 52% de los argentinos lo compran para untar, 28% lo destina a repostería hogareña y 20% directamente como tentación en reemplazo de una golosina, es decir, lo come cuchara en mano.

Entre los jugadores locales hay dos segmentos a donde las empresas vuelcan el grueso de su producción: el consumo en góndolas (28%) y lo destinado a industria (72%). En cualquier caso, tres jugadores tienen un rol descollante en volumen: Mastellone Hnos, Ernesto Rodríguez e Hijos y la francesa Savencia, que jugaba con Milkaut, pero trepó tras la reciente adquisición de Suc. de Alfredo Williner. Todos ellos se encuentran con despachos totales bien por arriba de las 20.000 toneladas anuales y participan del mercado exterior.

Exportar más, la gran cuenta pendiente

La exportación es el gran desafío de esta industria made in argentina. Si bien, según datos actualizados del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), cerca de un 25% de la producción nacional de leche se destina a los mercados externos, casi la mitad del ingreso de divisa por ese concepto proviene de la leche en polvo.

El último año, las exportaciones lácteas aportaron US$ 1675 millones y el dulce de leche arrimó unos US$ 7,7 millones, es decir, que solo representó alrededor de un 0,4% de las divisas del sector.

Por lo pronto: Brasil, Chile y los Estados Unidos reciben el grueso de esos envíos que, en los últimos años, se ubican por encima de las 3000 toneladas, a razón de poco más de US$ 2000 por cada una de ellas. Pero, ¿quién es quién entre los exportadores de dulce de leche?

Ranking del dulce de leche en Argentina

Son alrededor de 30 las empresas que hacen envíos regularmente al exterior y solo las 5 primeras concentran cerca del 80% del total medido en kilos: