La idea de incursionar en este rubro surgió en 2002 cuando, además de sus trabajos regulares, tomaron la concesión de un restaurante en Lunlunta que incluía un tambo de cabras y una quesería.
Roberto, especialmente interesado en la elaboración de quesos, aprendió de quienes los fabricaban y, con el tiempo, él y el dueño del tambo se asociaron para producir y comercializar quesos. El negocio evolucionó con el tiempo, y hoy en día poseen su propia locación, animales y quesería.
Roberto, inicialmente arquitecto, se dedicó a ambas actividades por un tiempo, pero finalmente se volcó completamente a la fabricación de quesos debido a su creciente demanda.
Paula, por su parte, trabajó en el sector de Turismo y Hotelería hasta que finalmente terminó uniéndose al proyecto a tiempo completo.
“Quienes nos eligen lo hacen por la calidad pareja del producto a lo largo de los años, y por nuestro servicio de venta y entregas”, asegura Paula, quien además cuenta que ganaron el premio al «mejor queso untable 2023” en un concurso en Villa María, Córdoba.
“Cabrandi se destaca por su pasión, compromiso con la calidad y la transformación de esta actividad en un estilo de vida. Sus quesos de cabra semiduros y untables son productos de una calidad extrema, por eso los elegimos”, cuenta Diego Tapia, chef ejecutivo del restaurante Centauro.
Y agrega: “Ofrecer productos exclusivos y de alta calidad no solo ayuda a la economía y comunidad local, sino que es un elemento distintivo que atrae a los comensales que buscan experiencias únicas”.