He aquí algunas estadísticas impactantes.
La producción de leche fresca de China en lo que va de año, después de 3 trimestres en 2023, se acerca ya a los 30.000 millones de litros, con un aumento de más del 7% respecto al mismo periodo del año anterior. Al mismo tiempo, China sigue siendo el mayor importador de productos lácteos del mundo, habiendo importado más de 12.000 millones de dólares sólo en 2022 (aproximadamente 1.000 millones de dólares de Australia).
A este ritmo, la producción de leche de China en 2023 se acercará a los 42.000-43.000 millones de litros, lo que supondría un récord absoluto. Las importaciones chinas en el mismo periodo han disminuido más de un 12% respecto al mismo periodo del año anterior.
China es ya el cuarto productor mundial de lácteos y se prevé que crezca casi lo mismo que Australia durante todo un año (unos 8.000 millones de litros) en sólo 3 años.
Será fascinante observar la resistencia de los mercados lácteos a este nivel sin precedentes de producción nacional de leche china, ya que cualquier desequilibrio a corto plazo de la demanda (como suele ocurrir) podría tener efectos devastadores en los mercados lácteos mundiales en general.
En mi opinión, y en Australia, tenemos mucho trabajo por hacer para garantizar una cadena de valor láctea resistente y capaz de proteger a todos sus miembros. Desde los ganaderos a los transformadores, pasando por los consumidores. Confiar en nuestro mercado nacional no bastará para absorber las sacudidas sísmicas de los precios y los mercados lácteos internacionales.
Tenemos que empezar por algún sitio y aceptar la volatilidad como una oportunidad y no como una amenaza. Se avecinan tiempos interesantes y apasionantes para todo nuestro sector.
Fabrizio Jorge
Director General
Beston Global Food Company
