Arcor, el mayor grupo alimenticio del país, registró menos facturación y una caída de ganancias en 2023. Cómo la afectaron la inflación, la caída del consumo, los problemas con los insumos, la devaluación y la imposibilidad de trasladar costos a precios. Las categorías que crecieron en la crisis
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En 2023, la facturación consolidada de Arcor cayó un 1,6%, a $ 1,91 billones. Su beneficio, en tanto, resultó de $ 26.051,85 millones, menos de un cuarto de los $ 110.177,17 millones que había ganado el año anterior.

En su reseña informativa, el grupo que, desde abril, preside Alfredo Pagani atribuyó el retroceso a los problemas que, durante todo el año pasado, enfrentó en la Argentina, mercado en el que obtuvo el 68,3% de sus ingresos. Identificó a la inflación, la caída del consumo, la imposibilidad de trasladar aumentos de costos a precios y los problemas de abastecimiento de insumos. Todos, factores que se acentuaron durante el último año del gobierno de Alberto Fernández.

Pero Arcor también le atribuyó parte del impacto a la devaluación del tipo de cambio oficial que hubo en diciembre, anunciada por Luis Caputo 48 horas después de la asunción de Javier Milei.

Fundado en 1951, Arcor es el mayor grupo alimenticio de la Argentina. Primer productor mundial de caramelos duros, también es el mayor fabricante de chocolates de América latina, el principal exportador de golosinas del país, de Chile y de Perú, y el grupo nacional con más mercados abiertos en el mundo (130). Además, es el mayor procesador de maíz de la Argentina, el principal productor nacional de harina de maíz, el mayor fabricante de papel del país y el líder local en la producción de cartón corrugado y de papeles Kraft para embalajes. Tiene 20.000 empleados a escala global y 48 fábricas (34 en la Argentina).

En abril, Luis Pagani, quien fue su presidente y CEO durante tres décadas, dio un paso al costado de la conducción del grupo. El gigante de Arroyito hoy está liderado por su hermano Alfredo en la presidencia y Modesto Magadán en la gerencia general.

“El año 2023 se caracterizó nuevamente por ser sumamente complejo, especialmente, en la Argentina, principal escenario para el desarrollo de los negocios del grupo”, consignó Arcor en su reseña informativa, difundida este viernes en la autopista financiera de la Comisión Nacional de Valores (CNV).

“Se observó una caída general del consumo, producida por los efectos de la inflación y la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores, lo que afectó a la mayoría de las categorías en las que participamos. Además, la imposibilidad de trasladar a precios el aumento de gastos y costos, la devaluación de la moneda y los problemas de abastecimiento durante el año impactaron en nuestre rentabilidad operativa”, continuó.

“En ese contexto, el grupo alcanzó un resultado operativo consolidado de $ 108.172,4 millones, lo que representa un deterioro respecto del año anterior, ya que, expresado en términos de ventas, significa un 5,6%, mientras que, en el año 2022, fue del 6,8%”, contrastó.

“La dificultad para mantener los márgenes operativos en los niveles del año anterior fue, principalmente, ocasionada por el incremento de la estructura de costos y gastos consolidados por sobre el incremento de los ingresos, especialmente, en nuestros negocios de la Argentina”, remarcó.

“Cabe destacar que, además del deterioro de la performance operativa, el resultado final se ha visto afectado a nivel de los resultados financieros, producto de la importante devaluación de la moneda argentina ocurrida durante el mes de diciembre de 2023. Además, el incremento de la inflación respecto del año anterior genera un resultado por posición monetaria neta mayor”, amplió.

“Como consecuencia de lo antes descripto, al cierre del ejercicio se obtuvo un resultado final de $ 26.051,9 millones, que, expresado en términos de ventas, representa un 1,4%, mientras que el año anterior fue del 5,7%”, señaló.

Negocio por negocio

Los negocios de consumo masivo (golosinas, chocolates, helados, galletas y productos funcionales) tuvieron una disminución de los volúmenes vendidos en algunas categorías, reportó Arcor. Sin embargo, aclaró, “lograron mantener e, incluso, aumentar el volumen de otras categorías cuyo consumo está más relacionado con la indulgencia y el consumo ‘on the go'”.

Esto, añadió, profundizó el crecimiento de las categorías “blandas” (gomas, masticables, chicles) por sobre las “duras” (caramelos, chupetines, turrones). La marca Mogul tuvo su año récord de ventas, apuntó.

En general, el negocio Golosinas y Chocolates vendió por $ 350.495 millones contra $ 348.020,5 millones de 2022 (en moneda homogénea).

“El contexto en el que operó el negocio durante el año 2023 fue complejo en términos económicos, en especial, por la incertidumbre generada por la alta inflación de la Argentina. El negocio enfrentó problemas de abastecimiento durante el año debido a restricciones en las importaciones de insumos. Las categorías más afectadas fueron chicles plegados y caramelos duros”, describió.

Comportamiento similar, de crecimiento de “segmentos indulgentes”, Arcor observó en su negocio de Galletas, que tuvo un “leve aumento en el volumen de ventas” durante 2023.

No obstante, en facturación, las ventas a terceros de la unidad ascendieron a $ 321.668,7 millones, inferiores a los $ 323.836,1 millones de 2022 (medidas en pesos comparables). “Continuaron teniendo relevancia las ventas de las segundas marcas y las marcas blancas. En este difícil contexto, el negocio finalizó el año con un leve aumento de volumen de ventas en relación con el año anterior, focalizando los esfuerzos en segmentos y marcas estratégicas, buscando flexibilidad y adaptándose al nuevo contexto del mercado”, explicó.

“Se destacó el crecimiento en las ventas de segmentos de impulso, como snacks, horneados y de copetín, alfajores y el desarrollo de marcas core, como Chocolinas y Saladix”, resaltó.

Por su parte, el negocio de Alimentos vendió por $ 147.760,3 millones, ligeramente por encima de los $ 147.583,9 millones del año anterior (otra vez, medidos en moneda homogénea). En esta división, el grupo aglutina a marcas como Arcor, BC, Salsati, Presto Pronta y La Campagnola. “Durante 2023, se observó una caída general del consumo, producida por los efectos de la inflación y la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores, que afectó a algunas de las categorías en las que participamos”, señaló.

“En este contexto, el Negocio Alimentos tuvo una disminución de los volúmenes vendidos respecto del año anterior. Entre las categorías que tuvieron una performance positiva en toneladas a pesar del contexto, se encuentran polenta, bebidas, sabores y jugos en polvo”, agregó.

En tanto,los volúmenes de los negocios industriales crecieron, principalmente, en lo que fueron ventas de jarabes, almidones, especialidades y subproductos. La unidad de Agronegocios, no obstante, facturó menos: $ 234.583,6 millones, contra $ 244.893,3 millones de 2022 (siempre, en moneda homogénea).

“En cuanto a las ventas de Packaging, tuvieron un comportamiento diverso, dependidendo de cada rama de negocios en la que se participó, donde la performance tuvo como común denominador las dificultades para mantener el flujo de aprovisionamiento de materias primas e insumos importados necesarios debido a restricciones regulatorias”, reseñó.

La caída de ingresos de la división de Packaging fue más nítida: $ 311.927,7 millones, desde los $ 344.038,8 millones del año anterior.

“En el segmento de cartón corrugado, la venta tuvo una contracción global respecto del año anterior, influida por la importante caída que presentaron los rubros de bebidas, donde la industria vitivinícola vio afectada su producción por cuestiones climáticas y la fruticultura, por la salida del negocio de fruta fresca de importantes productores de limones, cambiando el destino de la fruta hacia el procesamiento industrial”, apuntó.

Por último, el resto de los negocios de Arcor en América latina continuó recuperando los niveles de actividad. En algunos países, subrayó, ya están en escalas similares a los de pre-pandemia. “En especial, se destaca el mayor consumo de categorías de impulso y el consumo fuera del hogar, como fue el caso del negocio Golosinas y Chocolates de Brasil. En el mismo sentido, en la Región Andina también se observaron aumentos de volumen en lo que respecta al negocio de Golosinas de Chile y Perú, así como también para el negocio de Galletas de Chile”, continuó.

“En el caso de los países de la región de Filiales Sur, que incluye a Uruguay, Paraguay y Bolivia, la performance de los negocios se vio afectada por condiciones propias del contexto de cada país y, por lo tanto, los resultados fueron diversos”, finalizó.

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