El Ministerio de Desarrollo Social anunciará en enero “un nuevo cronograma de entrega de tarjetas alimentarias” del Plan Argentina contra el Hambre, luego de la primera experiencia realizada en la ciudad entrerriana de Concordia, donde la mayoría de las personas que recibieron esta ayuda se volcaron mayoritariamente a la compra de “productos lácteos, en especial de leche”, según confirmaron a Télam fuentes de esa cartera.
“Los lácteos fueron los productos que mayoritariamente compraron en Concordia quienes recibieron las tarjetas alimentarias, en especial leches”, dijo una fuente del Ministerio de Desarrollo Social en cuanto a la primera experiencia de esta tarjeta que se entregó el miércoles, jueves y viernes en Concordia, la ciudad entrerriana sobre el río Paraná con el índice más alto de pobreza relativa según las mediciones del Indec.
Este dato fue una buena noticia para la cartera que conduce Daniel Arroyo, ya que “el bajo consumo de leche” fue planteado por el ministro como uno de los principales problemas en la alimentación de los niños, ya que es reemplazado por “el alto consumo de fideos, harina y arroz”, lo que genera “serios problemas de talla y obesidad”.
En Concordia, se entregaron la semana pasada las primeras 7.000 tarjetas a madres (o padres) de niños menores de seis años, personas con discapacidad y mujeres con más de tres meses de embarazo con montos cargados que van desde los 4.000 a los 6.000 pesos, y que apunta a cubrir las necesidades de 10.000 personas.
En total, fueron 35 millones de pesos que se cargaron en los 7.000 plásticos, de los cuales se entregaron más del 90%, quedando los que no fueron retirados por sus beneficiarios en guarda en el Banco Nación, emisor de las tarjetas, hasta que se presenten sus destinatarios, precisaron las fuentes.
Los beneficiarios son convocados a través de mensajes de textos, luego del cruce de datos que se realiza con la información disponible en Anses.
Concordia, que es uno de los 31 conglomerados mide el Indec, tiene 52,9% de pobreza, aún cuando el 40% de los pobres tienen trabajo estable, sobre todo como trabajadores golondrinas y en aserraderos y curtiembres.
Ayer, en diálogo con radio Mitre, Arroyo anunció que “los primeros días de enero” anunciarán “un nuevo cronograma de entrega de tarjetas hasta marzo”, cuando se prevé que se entregarán la totalidad de los plásticos, calculados en dos millones, que alcanzarán a cuatro millones de personas.
Las tarjetas alimentarias, emitidas por el Banco Nación, se entregan habilitadas para la compra de alimentos pero no de bebidas alcohólicas ni para extracción de dinero y se recargan los terceros viernes de cada mes, momento en el que las familias comienzan a tener dificultades económicas, lo que se refleja en “una marcada baja en la calidad de los alimentos que consumen”, precisaron desde la cartera.
Arroyo apuesta a que estas tarjetas beneficien también a las pymes, a los comercios y a las pequeñas actividades productivas, que en conjunto generan el 80% del trabajo, al generar mayor consumo.
Conscientes de que para la utilización de estas tarjetas es necesario que los comercios tengan posnet y que muchos puestos en ferias no tienen esta herramienta, se está pensando lanzar “a partir de febrero una app para los que no tienen posnet”, como para que también puedan verse alcanzados por el mayor consumo que generará la utilización de estos plásticos para alimentos.