Venezuela posee una gran variedad de quesos que se elaboran de manera artesanal e industrial en toda su geografía. En su mayoría son de leche de vaca y frescos, aunque también son muy populares los de leche de cabra. Los quesos llevan acompañando toda la vida al venezolano formando parte de su dieta cotidiana: desayunos, almuerzos y cenas.
Elaborados con leche cruda, lo que da un sabor especial, los quesos venezolanos son difíciles de replicar en otros países con medidas sanitarias restrictivas. Pero esto no ha impedido a muchos venezolanos dedicarse a producir quesos de su país en otras latitudes.
Los productores llevan consigo las técnicas de elaboración de sus tierras para llenar del peculiar sabor del queso venezolano al mundo entero.
En la Voz de América conocimos la historia de algunos de los talentosos emprendedores venezolanos que hoy producen quesos venezolanos alrededor del mundo
Bodega 58
La historia de Pedro Padrón comienza a finales del año 2013, en Venezuela, cuando con su familia decidió que solo trabajaría en una empresa propia.
A principios del año 2014, inició la producción de mantequilla. Su suegro, de origen canario, llegado a Venezuela con 19 años de edad, tuvo la oportunidad de montar una de las agropecuarias más grandes de Monagas, donde se producían y aún se producen quesos criollos Venezolanos. De ese proceso, adquirían la materia prima para transformarla en mantequilla.
“Recuerdo que le dije a mi suegro que me enseñara, y en media hora, lo hizo, un día estando en su finca. Desde ese momento, una chispa se encendió y empezamos por nuestra cuenta a hacer nuestras propias formulaciones y a probar. De ahí nacieron varios proyectos, que lamentablemente, no pudieron ver un mejor desarrollo en nuestro país”, cuenta Padrón en entrevista a la VOA.
En julio de 2018, llegaron a Bolivia, luego de un año de trabajo en una empresa, decidieron poner en marcha las primeras pruebas y así comenzar un gran emprendimiento.
Hoy, Bodega 58 tiene un año de haber nacido en Bolivia, un desafío que buscaba un lugar para destacar las raíces venezolanas, una fusión de sabores conjugados en un sueño que vienen persiguiendo por años.
“Es algo que nos apasiona y que lo vivimos como un estilo de vida. Quisimos mantener y preservar nuestras raíces y nuestros sabores, y así poder mostrarle al mundo, las cosas positivas de Venezuela y de los venezolanos, en épocas muy complejas para nosotros como país”, relata Padrón.
Hoy elaboran más de 20 tipos de quesos, como queso Palmira, de mano, de telita, clineja o trenzado y guayanés. Además de una línea de queso madurado. Es un emprendimiento que, comenta Padrón, ha tenido muchos sacrificios. La quesera está instalada en la sala de su casa -una tina de 1.000 litros- y el comedor es una mesa de trabajo junto a una cocina industrial.
“Afortunadamente, hemos podido conseguir leche de vaca fresca de ordeño, y el clima en la ciudad de Santa Cruz, es muy parecido al venezolano. La tradición y el sabor, lo llevamos en la sangre, y lo plasmamos en nuestras técnicas de elaboración”, asegura.
Bolivia es el país con el consumo de lácteos y derivados per cápita más bajo de la región. Sin embargo, Bodega 58 no se enfoca solo en producir y vender quesos, su objetivo es fomentar la cultura quesera, que está en desarrollo y empezando a dar frutos. El sueño de Pedro, su esposa y su hijo, es poder fomentar y difundir sus raíces venezolanas, en cada una de las personas que prueban sus quesos.
Matica Food
Hace un año, Luis Arrevillaga, un caraqueño que creció en una quesera en los llanos de Barinas (centro-occidente de Venezuela), se mudó con su esposa e hijos a Inglaterra, donde decidió emprender un negocio de quesos venezolanos, hecho con sus propias manos.
El empresario atribuye a sus hijos, y a la sazón venezolana que dice llevar en la sangre, la inspiración para crear Matica Food, un emprendimiento que los hace sentir en su terruño.
Arrevillaga comenta que el queso blanco duro es el más vendido desde el primer día, sin embargo, en los últimos meses han comenzado la producción de queso de mano, queso de trenza, quesos de pasta hilada y un suero criollo cremoso, todos ideados para acompañar cualquier tipo de comida.
Arrevillaga explica que la leche de Mánchester tiene una alta calidad higiénica microbiológica muy controlada, por lo que es necesario añadirle bacterias buenas que le den sabor.
El creador de Matica Food se llena de orgullo al contar que además de ser la única empresa de queso venezolana registrada en dicho país, ya tiene un año llegando a todo el Reino Unido, en tiendas de ciudades como Londres, Newcastle y Manchester. Asimismo, han tenido la oportunidad de enviar quesos a Holanda, España, Irlanda y Francia.
“Nuestros quesos están llenos de puro sabor venezolano, un sabor que es único que hemos tratado de lograr con el pasar del tiempo, técnicamente es imposible que sea el mismo queso venezolano que se pueden hacer con la leche de nuestro ganado, pero no estamos lejos de que sean iguales, el feedback de nuestros clientes nos lo confirma”, asegura Arrevillaga.
Antojitos Gourmet
Lograr un buen queso de mano varias veces le quitó el sueño a Félix Núñez. de Antojitos Gourmet, oriundo de Anzoátegui, quien decidió hacer el queso que se usa en los tequeños y las cachapas (tortillas de maíz molido) que ya producía estando en su tierra y que emigraron junto a él a Madrid, España.
Los quesos que se preparan en Antojitos son el semi duro, palmita, queso de mano, queso de año concha negra o roja y ahora el clineja. Cada uno tiene su magia, asegura Núñez.
“Lo que nos inspira es poder llevar a nuestros conocidos y a sus hijos, nacidos o que se están criando fuera de Venezuela, algo tan tradicional y autóctono como es el queso que nunca faltaba en una mesa de cualquier familia venezolana para acompañar las comidas”, agregó.
Núñez explica que lo más difícil es conseguir la materia prima y luchar con el clima, porque debe adaptar sus procesos a la temperatura que tiene en el momento.
Para Núñez, su mayor satisfacción es escuchar a sus clientes decirle que los trasladó a Venezuela, a su casa, a sus raíces, y eso es lo que hace que cada día tenga más ganas de seguir con este gran proyecto.
Quesería Sabor de Casa
Hace cuatro años Yuleima Mendoza y su esposo Genaro Cañizales decidieron salir de Venezuela con destino a Perú, tras 6 días de viaje en autobús, en busca de nuevas oportunidades que su país ya no les brindaba.
Poco después iniciaron un negocio virtual de comida llamado Tu Chicha Venezolana. Luego decidieron que los quesos que estaban usando para su emprendimientos podían aprender a hacerlos y comercializarlos a mayor escala y ayudar a venezolanos que estaban desempleados dándoles la oportunidad de revenderlos y así tener sustento.
Así nació Quesería Sabor de Casa. Otro venezolano les enseñó a elaborar estos quesos y hoy tienen un gran equipo de puros paisanos que producen queso de mano, arepero, guayanés, duro, palmita, además de suero y nata.
“Quien prueba nuestros quesos dice «me siento en Venezuela, siento que estoy en mi tierra». Hacemos nuestro mayor esfuerzo para que cada uno pueda volver a los lugares que los hacen felices”, relata Mendoza
Su deseo es poder expandirse a otras regiones. Por ahora solo tienen envíos a las provincias a través de encomienda.
El gran reto para estos emprendedores que elaboran quesos fuera de su país, es lograr conseguir ese sabor peculiar venezolano con leche local.