Como en las viejas épocas, en este segundo semestre de 2020 Brasil se ha transformado en el principal destino de exportación de los lácteos uruguayos y las expectativas son que en 2021 vuelva a tener una participación relevante.

Brasil irrumpió con fuerza estos meses de la mano de precios internos de la leche que pegaron un importante salto, a lo que se sumó que el real dejó de devaluarse frente al dólar e incluso logró una recuperación en las últimas semanas.
De acuerdo con datos de Aduanas, en los primeros cinco meses del segundo semestre de 2020 (julio a noviembre) Uruguay exportó productos lácteos por US$ 312 millones de los cuales US$ 111 millones (36% del total) fueron por ventas a Brasil. Lo siguió Argelia en un distante segundo lugar con US$ 86 millones (28%) y tercero se ubicó China con US$ 33 millones (11%), quien quitó del podio a Rusia.
Los principales productos colocados en Brasil en este período han sido leche en polvo (US$ 91 millones) y quesos (US$ 18 millones).
El precio de la leche paga al productor en Brasil alcanzó un récord en octubre pasado de R$ 2,15 por litro en el promedio del país, de acuerdo con información de Cepea. Al tipo de cambio de ese mes eran unos US$ 38 centavos por litro. La remisión de octubre, que se paga en noviembre, bajó R$ 11 centavos a R$ 2,04 por litro. Sin embargo, la moneda brasileña se valorizó el mes pasado, por lo que expresado en dólares el precio se mantuvo en los US$ 38 centavos.
El último trimestre del año suele ser de precios en baja debido a que estacionalmente aumenta la oferta de leche en Brasil. Este año, según Cepea, la recuperación de la producción no fue intensa debido a las condiciones climáticas poco favorables. Pero no es el único factor que atenta sobre la producción; no solamente aumentó el precio del producto, sino que también se ha dado un significativo aumento de los costos de producción. Además, el consumo de derivados lácteos en Brasil se ha visto afectado por los altos precios alcanzados en los meses anteriores, por lo que desde el lado de la demanda tampoco hay un impacto positivo que ayude a sostener las cotizaciones.
De hecho, en noviembre bajaron precios de algunos derivados lácteos clave, caso de la leche UHT, la muzzarrella y la leche en polvo.
De todas formas, para Cepea las perspectivas son que el precio de la leche paga al productor en Brasil se mantenga firme en el mediano plazo. Si el real no sufre depreciaciones adicionales significativas, debería mantenerse una corriente comercial significativa de lácteos uruguayos a Brasil.
Por un lado, si el verano efectivamente es Niña, las condiciones productivas no serán las mejores desde el punto de vista climático. A su vez, esta situación impacta sobre los precios de los granos, por lo que la menor disponibilidad de forraje por el Año Niña no puede ser compensada a precios favorables con un aumento en el suministro de granos, lo que impacta sobre la inversión y compromete los márgenes de los productores. Otro factor trascendente es el alto precio que los frigoríficos están pagando por vacas que se envían a faena, un aliciente para desprenderse de vientres en momentos de dificultades para la producción.
En suma, las condiciones productivas en Brasil seguirán siendo desafiantes y, si se produce la esperada recuperación de la economía, la demanda tenderá a crecer antes que la producción. A nivel regional cabe tener en cuenta además que la situación climática también impacta de forma negativa en la producción en Argentina, elevando los costos debido a los altos precios de los granos forrajeros, por lo que el principal competidor de Uruguay en el mercado brasileño tampoco podrá “inundarlo” a precios bajos.
En síntesis, las expectativas para los próximos meses siguen siendo de un Brasil predominando como destino de los lácteos exportados por Uruguay.

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